México corre contra reloj para poner en funcionamiento tuberías de gas natural este verano.
La nación se encuentra “en una situación difícil”, dijo David Madero, que dirige el Centro Nacional de Control del Gas Natural del Gobierno, en una entrevista en Ciudad de México.
La temporada en que la demanda de gas suele alcanzar su punto máximo se acerca rápidamente y México todavía está lidiando con obstáculos para poner en servicio gasoductos largamente esperados.
Los retrasos hacen que al norte de la frontera crezca un exceso de oferta de gas natural en tanto las empresas estadounidenses de extracción de shale (lutitas) esperan que las tuberías lleven su combustible al mercado.
Citigroup advirtió hace dos meses en una nota de investigación que los retrasos en México probablemente obliguen a que el gas de la costa del Golfo se negocie con fuertes descuentos.
“La buena noticia es que estamos construyendo mucho, la mala noticia es que estamos un poco retrasados, lo que es bastante normal en esta industria”, dijo Madero el miércoles. “Nos hubiera gustado ver estos proyectos en servicio antes del pico de demanda de este verano”.
Los siete proyectos de gas en construcción, además de otros en el noroeste, son parte del plan energético quinquenal del Gobierno. Las complicaciones técnicas y los problemas con los terratenientes locales son lo que ha causado las demoras, según Madero, que dijo confiar en que finalmente todos los proyectos se concretarán.
“Si se retrasan un mes, tres meses o un año más, bueno, eso es lo que tardarán”, señaló, remarcando que las demoras no habían llegado a un punto crítico.
Un director de la empresa eléctrica estatal mexicana dijo este mes que está presionando a los constructores de gasoductos para poder completar los nuevos proyectos de generación de electricidad a gas a fines de 2018.
Los retrasos de tres a cuatro meses podrían demorar los planes hasta 2019 en algunos casos, dijo Guillermo Turrent el 20 de junio en un aparte de una conferencia en Houston.
Los Ramones Fase II línea, que la estatal Petróleos Mexicanos está desarrollando con la firma de capital privado First Reserve y BlackRock, está entretanto “prácticamente operando al 100 por ciento”, dijo Madero.
Se prevé que la red de gasoductos, que importa gas de Estados Unidos, impulsará las entregas de gas estadounidenses al sur de la frontera en un 17 a 22 por ciento, según Bloomberg New Energy Finance.
“Si todo va tan bien como esperamos, para el 2020, vamos a tener capacidad para importar más de 14 mil millones de pies cúbicos por día, de los cuales cabría esperar un poco menos de la mitad”, dijo Madero.
El país aportó 129 mil 900 millones de pies cúbicos de gas estadounidense por gasoducto en marzo solo, según datos de Energy Information Administration.
México está en conversaciones con el Instituto Mexicano del Petróleo y con consultores de Texas para analizar las formaciones geológicas de los sitios subterráneos de almacenamiento de gas adecuados, dijo Madero.
Posibles ubicaciones se encuentran en el norte del Golfo de México en el estado de Tamaulipas, Veracruz y Tabasco, dijo. Su agencia espera hacer su primera propuesta formal al Ministerio de Energía tan pronto como este año, según Madero.