México sueña con vencer a una potencia en un torneo FIFA como un Mundial o la Copa Confederaciones. Mientras, Alemania gobierna el futbol internacional con títulos des-lumbrantes en sus vitrinas.
La diferencia, entre la ilusión tricolor y la realidad alemana está en el proyecto y la estructura que sustenta a ambos combinados.
La Mannschaft, tras ser eliminada en ronda de grupos de la Eurocopa 2004 abrió los ojos y comenzó a ver hacia el futuro. Se dio cuenta que tener a la mejor selección del planeta tenía un punto clave, que era imprescindible atacar: creer en el talento joven.
Le puso dinero. Los clubes de la Bundesliga germana invierten alrededor de 151 millones de dólares en sus fuerzas básicas. En México, apenas 49 mdd.
Como política, el máximo circuito na teutón obliga a los equipos que lo conforman a tener al menos cuatro jugadores elegibles entre los 15 y 21 años. En cambio, la Liga MX abolió la regla 20/11, que establecía que un menor de 21 años debía cumplir con mil minutos en un torneo, y ahora se permite a las franquicias la contratación de un número ilimitado de futbolistas extranjeros.
En el manejo de la selección, la Alemania apenas ha apostado por un técnico desde 2006: Joachim Löw. El Tricolor, como contraste, ha tenido 10 distintos personajes en el timón en ese lapso.
Esas diferencias de proyectos lucen claves para que Alemania sea el mandón del futbol y México suspire por lograrlo algún día.