Los nuevos acuerdos de suspensión que regulan las exportaciones de azúcar mexicana fueron sellados este lunes al ser finalmente suscritos por gobiernos de ambas, de acuerdo con la Secretaría de Economía (SE).
“El día de hoy, representantes de la SE, de la industria azucarera mexicana y del Departamento de Comercio de Estados Unidos suscribieron los acuerdos de suspensión que se alcanzaron el pasado 6 de junio, impidiendo de este modo la imposición de cuotas compensatorias en contra del azúcar procedente de México que hubieran oscilado entre 40.48 y 42.14 por ciento por la investigación de dumping y 5.78 a 43.93 por ciento por la de subsidios”, señala este un comunicado de la dependencia mexicana.
El documento también precisa que con estos nuevos acuerdos se modifican los términos del pacto anterior, suscrito en diciembre de 2014, lo que deja sin efectos las revisiones administrativas previamente iniciadas por los peticionarios (la industria azucarera de EU agrupada en la American Sugar Alliance).
Sin embargo, SE no menciona en su comunicación si la American Sugar Alliance, que había pujado por restringir el acceso libre de la azúcar mexicana y en un principio mostró dudas al nuevo pacto, firmó los acuerdos.
En una respuesta por correo, la American Sugar Alliance dijo a El Financiero que no firmó los acuerdos ya que se trata de un acuerdo entre gobiernos.
“Los acuerdos son entre gobiernos, no industrias por lo que no había nada para firmar de nuestra parte”, escribió Phillip Hayes, encargado de comunicación de la organización.
El nuevo pacto que reformuló el que se alcanzó en el 2014, evita graves impuestos sobre las importaciones estadounidenses de azúcar desde México.
Esta última negociación dio como resultado que el cupo máximo de exportaciones de azúcar de refino será de 30 por ciento por ciclo y no de 53, como era antes.
Además, reduce el parámetro para determinar si el azúcar es de refino o cruda a 99.2 por ciento de pureza del 99.4 por ciento anterior.
Esto es clave ya que con el parámetro anterior los mexicanos podían llegar directamente a los consumidores intermedios como la industria de ingredientes alimentos y bebidas, donde el azúcar tiene mayor precio y ahora se verán forzados a enviar la mayoría de sus exportaciones a las refinadora, perdiendo mercado de valor.
Además, da a México carácter preferencial para cubrir las necesidades adicionales de azúcar de Estados Unidos.
Cabe destacar que a finales de junio, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que el acuerdo sobre el comercio de azúcar alcanzado es “muy bueno” para ambos países.