El presidente ruso, Vladímir Putin, anunció que 755 trabajadores de la embajada y los consulados de Estados Unidos en Rusia -entre personal diplomático y técnico- deberán cesar su actividad y abandonar el país asiático a partir del próximo 1 de septiembre.
Esto de acuerdo a la decisión de reducir a 455 los funcionarios de ese país en su territorio.
“Más de mil funcionarios, entre diplomáticos y personal técnico, trabajaban y aún trabajan en Rusia (para la embajada de Estados Unidos). Ahora 755 deberán cesar su actividad”, dijo Putin en una entrevista a la cadena de la televisión estatal rusa “Rossia”.
Moscú exigió este viernes a Washington igualar su representación en este país a los 445 funcionarios rusos que trabajan en Estados Unidos, en respuesta a las últimas sanciones impuestas por Washington por la supuesta injerencia de Rusia en las últimas elecciones estadounidenses.
Además, el Ministerio de Exteriores ruso anunció que desde el próximo 1 agosto la Embajada de Estados Unidos no podrá utilizar unos almacenes en la capital rusa ni tampoco la mansión de que dispone en Serebrianyi Bor, una elitista zona de descanso en Moscú.
Putin advirtió de que Rusia tiene un “gran espectro” de posibilidades para responder al último paquete de sanciones aprobado por el Congreso de Estados Unidos.
“Tenemos mucho que decir y hacer en muchos ámbitos de cooperación bilateral (con medidas) que perjudicarían a Estados Unidos. Pero no creo que debamos hacerlo. A día de hoy, estoy en contra”, subrayó el mandatario ruso.
Pero al mismo tiempo, agregó, “si el daño ocasionado a Rusia por los intentos de presionarla llega a ser equiparable a las consecuencias negativas por restringir nuestra cooperación, estudiaremos otras medidas”.
“Habíamos esperado mucho tiempo para ver si algo mejoraba, teníamos esa esperanza. Pero visto lo visto, si algo cambia no será pronto”, dijo Putin en referencia al proyecto de ley de sanciones aprobado en Estados Unidos y que aún debe ser ratificado por el presidente de ese país, Donald Trump.
Precisamente por eso la respuesta a las sanciones de diciembre -aprobadas por el presidente Barack Obama (2009-2017) en represalia por la presunta injerencia rusa en el proceso electoral en Estados Unidos- se adoptó ahora, ocho meses después, explicó Putin.
“La parte estadounidense, sin razón alguna, ha dado un paso para empeorar las relaciones” entre los dos países, afirmó.
Y ese paso, advirtió, consiste en imponer “restricciones ilegales, intentos de influir en otros países, incluidos sus socios que están interesados en mantener y desarrollar sus relaciones con Rusia”.
La Casa Blanca ya ha anunciado que Trump firmará el nuevo paquete de sanciones contra Rusia, que entre otras medidas, amenaza con castigar a las empresas de terceros países que inviertan en la construcción o mantenimiento de las infraestructuras rusas para el transporte de hidrocarburos.
De aplicarse, este extremo perjudicaría a numerosas empresas de la Unión Europea que participan, incluso con capital accionarial, en varios gasoductos que unen Rusia con los países europeos.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha advertido de que la UE responderá a Estados Unidos en caso de que la nueva ley contra Rusia afecte a sus intereses.