“Un racista no es victimario, es víctima de su propia doctrina”, sentenció Rigoberta Menchú durante un encuentro con los medios en el Museo del Templo Mayor, en el marco de la celebración del Día Internacional de las Poblaciones Indígenas, en donde aseguró que la educación y la tolerancia racial se fomentan en casa.
La Premio Nobel de la Paz nacida en Guatemala estuvo acompañada del arqueólogo mexicano Eduardo Matos Moctezuma para celebrar el 25 aniversario del Nobel, entregado a la activista en 1992. “Este museo está orgulloso de tener en custodia el Premio Nobel”, aseguró Matos Moctezuma. El investigador declaró que lo más importante en este Día Internacional de las Poblaciones Indígenas es que el movimiento indígena de América ha cobrado forma en la figura de Rigoberta Menchú. “Libertad para los pueblos indígenas en donde quiera que estén, en donde quiera que luchen”, pidió la guatemalteca.
En el evento, la activista habló de la capacidad de supervivencia de los pueblos indígenas y rememoró sus raíces. También elogió los progresos jurídicos que se han llevado a cabo en favor de los indígenas no sólo en su país natal, sino en todo Latinoamérica. Celebró la creación en Guatemala de la Academia de Lenguas Mayas, la de manuales para la Cámara Penal y de licenciaturas en contextos multiculturales. Destacó, además, la celebración del Día Mundial de los Pueblos Indígenas y recordó con alegría el décimo aniversario de la Declaración de los Principios Universales de los Pueblos Indígenas. A su vez, agradeció profundamente el recibimiento que México le ha brindado y, con entusiasmo, dirigió esa gratitud a Matos Moctezuma, quien fue director del Museo del Templo Mayor y le abrió las puertas del recinto para resguardar su premio Nobel y que ahí permanece desde entonces.
Aprovechó para dejar en claro que sus afiliaciones políticas no tienen nada que ver con su trabajo por las poblaciones indígenas y que en ningún momento se ha sentido como un instrumento político de alguien más. Afirmó que la lucha no ha terminado todavía y que hay mucho por hacer en los próximos años.
Sobre sus planes a futuro, Rigoberta Menchú habló del Instituto en Perú que llevará su nombre y que será inaugurado a finales de este año. Dijo que tiene un serio interés en incursionar en el cine próximamente y que, aunque ha dejado de escribir últimamente, prometió comenzar a hacerlo de nuevo muy pronto. Mencionó finalmente su estrecha relación con la UNAM y su trabajo como investigadora en la institución. “Es muy importante para mí estar ligada a México”, concluyó.
En el evento también la acompañó su hija Anita Menchú, quien preside la Asociación Menchú Tum en México, Juan Gregorio Regino, director General del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas, Patricia Ledezma Bouchan, actual directora del Museo del Templo Mayor, y Rigoberto Casasola, subsecretario de la Secretaría de la Paz de Guatemala.