• En Huamantla inmerecidamente Manuel Rocha sale en volandas tras cortar solo una oreja

Sergio Espinoza – Foto (tauropasion.com)

Este sábado, en la segunda Corrida de Feria de Huamantla, el localista Manuel Rocha “El Rifao” paseó la única oreja del festejo la cuál fue concedida por el Juez del festejo, ante la insistencia de sus paisanos quienes vitoreaban su protagónica faena y que coronó el alcalde Jorge Sánchez Jasso, quien interrumpió su vuelta al ruedo para felicitarlo.

Y es que tras lidiar al quinto de la tarde que destacó del resto de los astados de la Ganadería de Brito por su juego y nobleza, al diestro huamantleco se le entrego el apéndice regalado por la gente, para al final del festejo, en una situación inexplicable, salir a hombros de dos monosabios y por impulso de sus seguidores.

Señalar que Juan Luis Silis, poco pudo hace ante astados de la casa ganadera de BRITO con buena presencia pero de un juego desigual que caía en la monotonía y sopor; por lo que obtuvo tibias palmas y en el segundo silencio.

Mientras que Carlos Fuentes, el otro torero de Huamantla y tercer alternante de la llamada “Corrida de los Mueganos”, se fue con las manos vacías ya que su indecisión se hizo presente ante los dos ásperos e inmóviles toros de su lote, que desarrollaron el sentido y nada dejaron hacer al grado de que el tercero para la cuenta “se fue vivo”, ya que cayó después del tercer aviso.

Ficha del festejo:

Plaza La Taurina, Fernando de los Reyes “El Callao” de Huamantla, media plaza, seis toros de Brito bien presentados de juego desigual destacando el primero y el quinto.

Juan Luis Silis: palmas/silencio tras dos avisos.

Manuel Rocha “El Rifao”: silencio tras dos avisos/oreja.

Carlos Fuentes: silencio tras avisos/tres avisos en el segundo de su lote.

Incidencias:

Salió al tercio el banderillero Gerardo Angelino, contrastando con los pitos y rechiflas los picadores que dejaron quebrado a uno de los bureles y a otro casi entero, en situación poco común el huamantleco Manuel Rocha, no se opuso a ser sacado a hombros del coso a pesar de que solo cortó una oreja.