Petróleos Mexicanos está en conversaciones con otras petroleras para intercambiar una parte de su producción de crudo Maya por variedades más ligeras con el fin de optimizar su operación en refinación, dijo el jefe de Pemex Transformación Industrial, Carlos Murrieta.
“México necesita crudos más ligeros y dulces para incrementar los niveles de procesamiento de crudo y destilación en algunas plantas que enfrentan problemas, para lograr apuntalar su rentabilidad”, dijo a Reuters el ejecutivo de la petrolera estatal en una entrevista.
La compañía intentó una negociación similar en 2015, pero los precios de importación estaban más altos, la disponibilidad de suministros era menor y una prohibición para exportar crudo estadounidense fueron obstáculos para encontrar los crudos adecuados para sus refinerías.
“Estamos analizando diferentes opciones y estamos buscando crudos que quizás sean un poquito más parecidos a crudos medios o ligeros y que sean dulces”, dijo Murrieta en su oficina en la Ciudad de México.
El ejecutivo no ofreció detalles sobre volúmenes o fechas para las importaciones, pero dijo que Pemex desearía no tener que ir tan lejos como a Rusia para encontrar crudo mediano dulce y sugirió que preferiría algo en la cuenca del Atlántico.
Brasil es el único productor regional de crudo que está aumentando exportaciones. Crudos medianos de Estados Unidos o África Occidental pudieran calzar en las especificaciones que México está buscando.
La red doméstica de refinación de Pemex trabajó al 57 por ciento de su capacidad de 1.63 millones de barriles por día (bpd) en el primer semestre golpeada por un incendio en su mayor refinería en junio y un reciente cambio de estrategia para limitar la inyección de crudos pesados a algunas plantas, elevando con ello la generación de productos destilados.
Una dieta más diversa de crudos permitiría a Pemex alcanzar la meta de producir entre un 60-70 por ciento de destilados en su sistema de refinación, en comparación con el 50 por ciento de años recientes.
Pemex también podría sustituir una parte de su actual importación de gasolina y otros combustibles. Murrieta considera que un nivel “adecuado” de compras de gasolina debería rondar los 500 mil barriles por día (bpd).
El cambio se daría justo cuando México está en proceso de liberar los precios de los combustibles en las estaciones de servicio para empujar una reforma energética que le dará a firmas extranjeras participación de mercado en el negocio de los combustibles al detalle, forzando a Pemex a ser más competitiva.
El suministro de crudo pesado en la cuenca del Atlántico se ha reducido este año debido a menores exportaciones de Venezuela, México, Ecuador y Colombia, lo que está empujando los precios de algunas variedades al alza, reduciendo los diferenciales con las variedades ligeras.
Pemex espera que su sistema de refinación procese entre 1.0 y 1.1 millones de bpd de crudo hacia finales de año, tras completarse mantenimientos programados en varias plantas, dijo Murrieta.
El ejecutivo agregó que Pemex sigue en la búsqueda de socios para varias de sus refinerías.
“Un socio para la unidad de coquefacción de Tula debería de ser escogido antes de que culmine el año, mientras que un par de firmas interesadas han visitado la refinería de Salina Cruz, la más grande Pemex con 330 mil bpd de capacidad. Pemex planea decidir en los próximos meses si iniciará la licitación en esa planta este año o en 2018”, dijo Murrieta.