Con la medalla guardada en una caja, Guadalupe González arribó a la Ciudad de México. Más que contenta, abrió el fardo y se colocó la presea de plata en el cuello.
Es el reflejo de una vida deportiva llena de esfuerzo y entrega. El mariachi no podía faltar en la bienvenida de la marchista, ya una referente en el deporte nacional. La tricolor alcanzó el segundo lugar en marcha en el Mundial de Atletismo, un año después de conseguir plata en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
“En mi mente se recordó mucho al año pasado. En todo momento traté que el desenlace no fuera el mismo. Espero que, en un futuro no muy lejano, se gane el oro”, comentó. González, como acostumbra, se mostró modesta y alegre.
Su familia, al borde del llanto y sin perderle de vista, no dejó de sonreír, mientras Lupita relataba su actuación histórica en la capital de Inglaterra.
María Guadalupe, de 28 años de edad, fue escoltada por miembros de la Marina Nacional, en la Base Aeronaval. Otra vez, una china le arrebató el oro, Yang Jianyu. En los Juegos del año pasado, fue Liu Hong.
González no les tiene rencor o envidia. Subrayó que las ve como ejemplo.
“Hacen un buen trabajo. Siempre están en comunicación, tenemos que aprender de eso. Hay atletas juveniles mexicanos que vienen de 10 kilómetros a 20. Hay que enseñarles eso y apoyarlos para también tener un buen equipo”, sostuvo la medallista olímpica en Río de Janeiro 2016.
“Para llegar en primer lugar falta trabajo. Se puede hacer. Hemos estado muy cerca pero uno o dos segundos nos han separado del oro”, explicó Guadalupe.
La oriunda de Tlalnepantla se convirtió en la primera tricolor en conseguir una medalla en la disciplina y la segunda mujer en amarrar presea, tras Ana Gabriela Guevara, quien sumó tres en su etapa como velocista. Y ya tiene planeado su siguiente meta, algo que nunca ha ganado.
“Empieza el ciclo Olímpico y espero que todo salga como una desea. El próximo objetivo son los Juegos Centroamericanos y del Caribe
La marchista aclaró que se cuidará de las lesiones y mantendrá su condición física a la orden para no tener ninguna complicación en el futuro próximo.