Las apuestas son altas para el Note 8 por parte de Samsung Electronics, después del fiasco de las baterías explosivas del Note 7.

Ninguno de nosotros olvidará lo que ocurrió el año pasado, dijo el director ejecutivo de Samsung Mobile, Dongjin Koh, a una audiencia en Nueva York en la presentación del teléfono.

Al igual que la Note 7, cuya producción fue cancelada y costó a la compañía surcoreana un estimado de 6 mil millones de dólares, el nuevo teléfono inteligente tiene una gran pantalla y características avanzadas para que sea un dispositivo más versátil en comparación con el Samsung Galaxy S8, su producto insignia.

Al mantener el mismo nombre de marca, Samsung deja claro que el Note 8 es un dispositivo que se repite, mejora, y que ha arreglado los problemas de la versión anterior.

Junto a la línea Galaxy S, ambos son dispositivos prémium en los esfuerzos de Samsung contra Apple en la batalla por la supremacía global de los teléfonos inteligentes. El Note también ayuda al fabricante con sede en Suwon a mantener la presión sobre su rival justo antes de que la empresa californiana lance tres nuevos modelos de iPhone en septiembre.

“El Note 8 es posiblemente el lanzamiento más importante de teléfonos inteligentes de Samsung en su historia”, dijo Neil Mawston, director ejecutivo de Strategy Analytics. “Tras el fiasco de la batería del Note 7, Samsung ha recibido una segunda oportunidad por parte de los consumidores y la empresa no debe arruinarla”.

Incluso con la debacle del Note 7 y con el heredero de facto del conglomerado, Lee Jae-Yong, en juicio acusado de soborno y malversación de fondos, la capacidad de Samsung para vender hardware y obtener ganancias permanece intacta. El ingreso neto fue un récord de 10.8 billones de wones (9.5 mil millones de dólares) en el último trimestre, sobre las ventas que subieron un 20 por ciento a 61 billones de wones en el periodo terminado en junio.

El cambio más significativo en el Note 8 es una pantalla más grande que termina en curvas en los bordes como el S8. La pantalla con tecnología AMOLED de 6.3 pulgadas, una variante de la pantalla del diodo orgánico de emisión de luz (OLED, por sus siglas en inglés) utilizada en muchos teléfonos inteligentes de última generación, es notablemente más grande que la pantalla táctil de 5.7 pulgadas de la Note 7 y ligeramente más grande que la pantalla de 6.2 pulgadas del Galaxy S8+.

Aunque muchos fabricantes de teléfonos están trabajando en desarrollar un escáner de huellas dactilares que pueda incorporarse en la pantalla, el Note 8, como muchos otros modelos, lo tendrá en la parte trasera.

La pantalla más grande del nuevo teléfono permite a los usuarios ver más contenido, como mensajes de texto y correos electrónicos, sin tener que ‘scrollear’, dijo Samsung en una demostración.

El móvil también tiene nuevas características para su lápiz óptico: los usuarios pueden escribir notas sin desbloquear el dispositivo, dibujar imágenes animadas que se pueden compartir con los contactos y las palabras se pueden resaltar para ser traducidas a diferentes idiomas. La pantalla más grande también permite a los usuarios deslizarse desde el borde de la pantalla para lanzar dos aplicaciones a la vez en una vista dividida.

El nuevo teléfono inteligente de Samsung también contará con un sistema de cámara mejorado; con dos lentes en el reverso por primera vez. Al igual que el iPhone 7 Plus, esta cámara avanzada permite a los usuarios tomar fotografías que pueden determinar la profundidad de modo que el fondo detrás del perfil de una persona pueda aparecer borroso. El Note 8 también soportará Gigabit LTE, una tecnología de red más rápida para navegar por la web y descargar contenido, que el próximo iPhone no tendrá, de acuerdo con información obtenida por Bloomberg News.

El Note 8 enfrentará la competencia de no sólo el nuevo iPhone, sino también Mate 9 de Huawei, la serie V mejorada de LG y el PH-1 de Essential, según Mawston.

Samsung recuperó su primera posición en los envíos globales de teléfonos inteligentes a principios de este año, con un 23 por ciento del mercado, luego de perder terreno durante el escándalo del Note 7. Apple tuvo 12 por ciento en el segundo trimestre, mientras que Huawei tuvo el 11 por ciento, según IHS Markit.