Venezuela, que aún siente los efectos de una nueva ronda de sanciones de Estados Unidos que le dificultan recaudar fondos en los mercados de capitales, ofreció 5 millones de dólares para ayudar a las víctimas del huracán Harvey en partes de Texas a través de su filial Citgo Petroleum.
Citgo, que opera la refinería Corpus Christi con capacidad para procesar 157 mil barriles por día, proporcionará la ayuda a las familias afectadas a través de alcaldes locales y destinará un porcentaje de los ingresos provenientes de la gasolina a la construcción de viviendas y refugios en Houston y sus alrededores, dijo el ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Arreaza, en la televisión estatal.
“Expresamos nuestra solidaridad con los estadounidenses afectados por el huracán”, dijo Arreaza, quien se encontraba junto a Nelson Martínez, el presidente de la petrolera estatal PDVSA. “Cuando un estadounidense llene su tanque en una gasolinera de Citgo, estará contribuyendo a la reconstrucción de las comunidades afectadas”.
No es la primera vez que Venezuela ofrece ayuda a comunidades estadounidenses. El expresidente Hugo Chávez creó un programa anual en 2005 para proporcionar combustible para calefacción subsidiado a hogares de bajos ingresos en EU a través de Citgo. El programa ha sido eliminado en gran medida en los últimos años después de que los precios del petróleo cayeron y el sucesor de Chávez, Nicolás Maduro, se vio enfrentado a protestas callejeras y una crisis económica.
En su sitio web, Citgo dice que el programa comenzó tras los huracanes Katrina y Rita y ha ayudado a más de 1.8 millones de personas hasta 2014.
Si bien puede parecer extraño que Venezuela ofrezca ayuda en un momento en que las reservas internacionales del país se encuentran cerca de un mínimo de 15 años y el Gobierno enfrenta pagos de deuda en los próximos meses, parte de las sanciones anunciadas la semana pasada prohíben que los dividendos de Citgo sean enviados a Caracas.