México y China están más cerca que nunca gracias a Trump

La reiterada amenaza de Donald Trump de abandonar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) podría acercar a dos de los socios de Estados Unidos de los que el mandatario más se ha quejado: México y China.

A primera vista, los dos países son más competidores naturales que aliados. Ambos prosperan gracias a la mano de obra barata y la fabricación de productos para ser vendidos a consumidores de países más ricos.

Cuando China piensa en comprar productos latinoamericanos, por lo general se trata de materias primas para alimentar su propio auge –mineral de hierro de Brasil o cobre de Chile- más que de productos terminados de México. Pero ambos se encuentran del mismo lado del debate sobre la globalización –opuesto al de EU-, y promueven un aumento del comercio como vía para el crecimiento.

Eso ayuda a explicar por qué el presidente Enrique Peña Nieto estará la próxima semana en China, donde se reunirá con su par Xi Jinping, precisamente en momentos en que los negociadores estadounidenses se encuentran en México finalizando la segunda ronda de conversaciones sobre el TLCAN.

Peña Nieto fue invitado a un foro de negocios en una cumbre de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).

“Es un esfuerzo deliberado del presidente para demostrar que México tiene alternativas a Estados Unidos.”, dijo Eric Farnsworth, vicepresidente del grupo empresarial Council of the Americas.

“Están en medio de las negociaciones sobre el TLCAN y el presidente estadounidense dice públicamente que podría tener que revocarse el acuerdo. Para los gobernantes de México y Canadá es una señal muy fuerte de que necesitan un ‘plan B’”.

Las autoridades se han dado cuenta de que durante buena parte de las últimas dos décadas dieron por sentado el TLCAN y no avanzaron lo suficiente en el comercio con otros países. A pesar de tener acuerdos comerciales con más de 40 países, el destino del 73 por ciento de las exportaciones de México sigue siendo Estados Unidos, según datos del Fondo Monetario Internacional.

China y México han sido tradicionalmente rivales, no socios. Un indicio de esa competencia es su participación en las importaciones de Estados Unidos, China ha más que duplicado su participación de mercado en ese país desde que se incorporó a la Organización Mundial del Comercio en 2001 y el año pasado representó el 21 por ciento de los productos vendidos, mucho más que el 8 por ciento de 2000, según el Departamento de Comercio de EU.

La participación mexicana de 13 por ciento, en cambio, no ha variado demasiado desde principios de la década pasada.

Bancomext, el banco de exportaciones e importaciones de México, abrió una oficina en Beijing en 2014 en un intento de transformar a su rival en un colaborador. Las autoridades mexicanas promocionan los esfuerzos por vender tequila al mercado chino de mil 400 millones de consumidores, así como autos y teléfonos móviles.

“Tenemos que ampliar las oportunidades aquí”, dijo Francisco González, que está al frente de Bancomext, en una entrevista realizada en julio en la capital china. “Ante los cambios del gobierno de EU, se abren muchas oportunidades debido al riesgo” de continuar con sólo un socio comercial primario, dijo.

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