Cercano a la fecha de su nacimiento, se realizará una mesa para recordar al escritor Eusebio Ruvalcaba (1951–2017), en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, el próximo martes 5 de septiembre.

El Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) informó que los participantes de la mesa serán los escritores Enrique González Rojo Arthur, Carlos Martínez Rentería y Víctor Roura.

La sesión tiene el fin de rendirle tributo a meses de su fallecimiento, ocurrido el pasado 7 de febrero, y también contará con la presencia de Cecilia Ruvalcaba Castillo, quien realizará una lectura de cuentos.

El escritor Víctor Roura comentó que el básico transitorio literario de Ruvalcaba era un trinomio conformado por música, mujeres y desarrollo infantil, asimismo refirió al amor en su narrativa como enteramente “bukowskiana”.

“En sus últimos años, enamorado nuevamente, se sumergió, sobre todo, prácticamente desalojando los otros dos temas suyos, en las cuestiones del amor impúdico, del amor que no se puede explicar por tratarse de algo intangible, de ahí que sus últimas aventuras narrativas frontericen entre Tánatos y la osadía erótica, que llegaba a rebasar, por eso mismo, los términos de la escatología”, señaló el autor.

También refirió que el escritor nacido en la Ciudad de México dejó en la literatura mexicana un hueco en “el arrojo por los temas incorrectamente políticos”, y lo describió como un irreverente, incluso en las charlas que ofrecía, debido al distanciamiento de todo aquello que instala a un literato en el estrellato cultural.

“La imaginación del querido Eusebio era tan absorbente que incluso en una plática común no se sabía cuáles de las partes que decía eran ficción y cuáles otras realidades. En serio, varias veces me pasó que creía en una cosa que al final resultaba una invención que acabé por comprender que Eusebio, en sí, era un filtro narrativo”, comentó Roura.

Nacido el 4 de septiembre de 1951, Eusebio Ruvalcaba se desempeñó como narrador poeta, ensayista y dramaturgo, también destacó en el periodismo cultural como editor, director o colaborador de distintos periódicos y revistas.

Escribió las novelas Un hilito de sangre (1994), Desde la tersa noche (1994), Todos tenemos pensamientos asesinos (2013), y los ensayos Primero la A (1997), Una Cerveza de Nombre Derrota (2005), entre otros.

Fue galardonado con distintos premios como el de Cuento El Nacional (1977) por “Antisonata”, Punto de Partida de Teatro (1978) por “Bienvenido, papá”, Nacional Agustín Yáñez para Primera Novela (1991) por “Un hilito de sangre”, Nacional de Cuento San Luis Potosí (1992) por “Jueves Santo” e Internacional de Cuento Charles Bukowski (2004) por “El despojo soy yo”.