El mayor láser en el dominio de los rayos X del mundo, el European XFEL, fue inaugurado el viernes en Alemania con la misión de analizar la materia a escala atómica y permitir avances sobre todo en medicina y biología.
Este láser puede producir hasta 27 mil flashes de rayos X por segundo, un enorme salto comparado con los 120 emitidos por el láser estadounidense LCLS, de Stanford, y los 60 generados por el japonés SACLA.
Sus aplicaciones abarcan desde la medicina y la biología hasta la química y la ciencia de los materiales.
En comparación con los láseres de rayos X que se usan de manera común, “el brillo del XFEL será mil millones de veces mayor que el de los sincrotrones, las mejores fuentes de rayos X convencionales”, aseguran sus responsables.
Este equipamiento, fruto de una colaboración entre 11 países (Alemania, Rusia, Francia, España, Italia, Suiza, Dinamarca, Hungría, Polonia, Eslovaquia, Suecia), se extiende a lo largo de 3.4 kilómetros en los alrededores de Hamburgo.
El Láser Europeo de Electrones Libres y Rayos X (XFEL, por sus siglas en inglés) comprende varios túneles subterráneos, de los cuales uno, con una profundidad de 38 metros, alberga un acelerador lineal de electrones que mide 1.7 kilómetros y que permitirá que éstos generen una energía de entre 10 mil millones y 17 mil 500 millones de electronvoltios (V).
“Es la mayor y más potente fuente de rayos X fabricada por el hombre en el mundo”, declaró a la AFP Olivier Napoly, del Comisionado de la Energía Atómica francés, que participó en su construcción.
Tendrá además “el mayor promedio de brillo en el mundo”, declaró a la AFP Robert Feidenhans’l, presidente del Consejo de administración del European XFEL.
“Permitirá ver los detalles más pequeños y procesos jamás observados en el nanomundo”, agregó Feidenhans’l.
Por ejemplo, los científicos podrán “observar en detalle los virus a escala atómica, descifrar la composición molecular de las células, tomar imágenes en tres dimensiones del nanomundo y estudiar los procedimientos similares a los que se producen en el interior de los planetas”, subrayaron los responsables.
La construcción tuvo un costo de unos mil 800 millones de dólares, financiados en un 57 por ciento por Alemania, 26 por ciento por Rusia, mientras que los otros países (Francia, España, Italia, Suiza, Dinamarca, Hungría, Polonia, Eslovaquia, Suecia) participaron entre 1 y 3 por ciento, cada uno. Reino Unido prometió sumarse próximamente al proyecto.
El European XFEL es el resultado de un acuerdo alcanzado en 2009 entre 11 países y fue promovido por el centro de investigación alemán DESY, de Hamburgo.