Peña heredará finanzas con espacio fiscal reducido: CIEP

Las proyecciones planteadas para 2018 en el Paquete Económico reducen el espacio fiscal de las finanzas públicas, por lo que el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto heredará un marco fiscal complicado porque se agotaron los recursos para hacer política pública y la reforma hacendaria parece haber llegado a su límite, concluyó el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).

Héctor Villarreal, director general del CIEP, advirtió que el riesgo que se observa al inicio del siguiente sexenio es que no podrá usar en el diseño de su Paquete Económico la misma fórmula de la actual administración para alcanzar las metas fiscales basada en recortes al presupuesto que resultan dolorosos para rubros como infraestructura y proyectos productivos.

“Sea del color que sea, el próximo Gobierno cuando intente hacer su Paquete 2019 no la va a pasar bien, podrán prometer en campañas pero se encontrarán con un presupuesto que ya está comprometido y con un margen de maniobra que es corto”, indicó en conferencia para presentar las implicaciones del Paquete Económico 2018.

Villarreal señaló que en el corto plazo no se observan riesgos en el marco macroeconómico, pues el Paquete Económico le apostó al blindaje de los fundamentales de la economía para prevenir ataques especulativos.

Además, hay buenas reservas internacionales y se plantea una reducción de la deuda total a 47.3 por ciento como porcentaje del PIB en 2018 desde un 50.1 por ciento en 2016, no obstante, esta baja en la deuda se atribuye a un Remanente de Operación y un efecto cambiario.

“Lo que nos preocupa es que cada vez vamos a ver menos política pública. Es una mala noticia como país que este cambio de política económica ocurra cuando se te acaba el bono demográfico, también es mala noticia que las reformas energética y educativa llegaron en un momento de recortes presupuestales”, expuso.

Sunny Villa, directora de Gasto Público del CIEP, apuntó que aunque el presupuesto estimado para 2018 es mayor que el año anterior, este incremento no alcanza a compensar el cambio demográfico, ya que un porcentaje mayor del gasto ya está comprometido, esto indica que han decrecido los recursos disponibles para proveer de bienes y servicios.

Así, el gasto en infraestructura bajó de 3.6 a 1.5 por ciento del PIB en 2018 y el gasto en educación se redujo en 1.4 por ciento, en contraste, los recursos para estados vía participaciones y aportaciones se incrementarían 3.7 y 0.5 por ciento real, respectivamente.

Ricardo Cantú, director de Investigación del CIEP, subrayó que la reforma hacendaria parece haber llegado a su límite, ya que la recaudación tributaria oso de 9.7 por ciento del PIB en 2014 a estabilizarse en 13 por ciento en 2018, y se prevé que el comportamiento positivo se mantenga sin variaciones de 2018 a 2023, lo que registra una “maduración” de la reforma.

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