Georgina Ballesteros
En el marco del foro denominado “Retos y Perspectivas en la protección y bienestar animal”, que se llevó a cabo este día en el edificio del Congreso del Estado, activistas en contra del maltrato animal se enfrentaron a palabras con galleros, criadores de toros de lidia y aficionados a la fiesta brava.
En el salón blanco del Poder Legislativo, mientras el ponente Antonio Franyuti Vidal hablaba en contra de lo considera un “sacrificio de animales”, tanto en las corridas de toros como en las peleas de gallos, aficionados a la fiesta brava, ganaderos y galleros, se presentaron al foro para manifestar su inconformidad y al mismo tiempo expresar que la crianza de gallos de pelea y de toros de lidia generan en el estado más de 100 mil empleos directos e indirectos.
Por su parte, Efraín Rabago Echegoyen, representante de la Sección Nacional de Criadores de Aves de Combate, creada hace más de 4o años, argumentó que tras la ley que promoviera el Congreso de la Unión para supuestamente proteger del maltrato a los animales de circo, sólo trajo como consecuencia que más del 80 por ciento de los animales que vivieran en este ambiente ahora se encuentren muertos.
Señaló que por naturaleza, los gallos se pelean y aún sin estar en un palenque se van a matar, y en este sentido, destacó que con la crianza de estas aves, se está preservando una especie, y cuestionó a los activistas “¿ya tienen el albergue para medio millón de gallos?
Sostuvo el aficionado y criador de aves que la Ley que se pretende aplicar en Tlaxcala, tiene otros objetivos y por su parte, sostuvo que los aficionados a los gallos y a los toros, “solo venimos a defender nuestros derechos, porque nos van a afectar. Cómo es posible que quieran jalar la yunta con un coche, si los campesinos no tienen para comprar ni semilla”.
Insistió en que se quieren cerrar fuentes de empleo, ya que en el país, cientos de familias viven de la charrería, de las peleas de gallos y de las corridas de toros, amén de que estos festejos forman parte de nuestras costumbres y tradiciones y también generan cientos de visitas de extranjeros al estado.
Al respecto, una de las activistas, integrante de una organización originaria del estado de Puebla, denominada “Dejando Huella”, Leticia Gallardo de Tovar, pidió al grupo inconforme respeto a la libertad de expresión y argumento que el maltrato animal es la antesala de violencia.
Dijo que no puede haber deporte ni sana diversión donde hay sangre y navajas, dijo que sería mejor si conviviéramos de manera armoniosa con el medio ambiente y con todos los animales.
Y remató a través de mi asociación, promovemos un mundo sin violencia.