El papa Francisco prometió responder con “las medidas más firmes posibles” a los sacerdotes que violan y abusan de menores, y dijo que exigirá responsabilidades a obispos y religiosos jerárquicos que protegen a los responsables.
El pontífice se reunió por primera vez con su comisión asesora sobre abusos sexuales, creada en 2014 para asesorar a Francisco y a la Iglesia católica sobre las mejores prácticas para mantener a los pedófilos fuera del sacerdocio y proteger a los niños.
La comisión ha organizado sesiones educativas en diócesis de todo el mundo, pero ha encontrado una resistencia tan firme a algunas de sus propuestas al Vaticano que su integrante más destacada, la sobreviviente de abusos irlandesa Marie Collins, renunció en marzo por frustración.
Los estatutos y membresía de la comisión están en proceso de revisión y aún está por ver si se incluirá a víctimas en el proceso.
El titular de la comisión, cardenal Sean O’Malley, dijo al papa que el organismo había derivado “grandes beneficios” de escuchar a los sobrevivientes, pero no dijo si se planeaba incorporar a algunos de ellos.
Con respecto a los nuevos miembros, O’Malley dijo que la comisión buscaba “representantes de iglesias de distintas partes del mundo”. En la actualidad está integrada por expertos extraeclesiásticos, entre ellos destacados sociólogos y psicólogos especializados en abusos y protección de menores.
Francisco renovó su promesa de “tolerancia cero” para los abusos. Destacó su “profundo dolor” y vergüenza de que niños sufrieran abusos por parte de sacerdotes y aquellos que “deberían ser los más dignos de confianza”.
“Repito hoy que la iglesia responderá con la aplicación de las medidas más firmes que sea posible contra los que traicionaron su vocación y abusaron de los niños de Dios”, dijo el pontífice, y añadió que las sanciones de deben aplicar a todos los que trabajan en instituciones de la iglesia.
Recordó las nuevas normas que ha instituido para sancionar a los obispos que encubren a pedófilos con su negligencia. Lo que no se dijo fue que Francisco vetó la propuesta de crear un tribunal canónico para esos obispos, una propuesta crucial de la comisión asesora.
La propuesta fue anunciada por la comisión con gran alarde, pero funcionarios del Vaticano presentaron una montaña de problemas legales y de procedimiento.