Una petición en línea que Uber lanzó para protestar la decisión de la ciudad de Londres de no renovar su licencia de operación ha conseguido más de 200 mil firmas en pocas horas.
La petición en el sitio web Change.org pide al alcalde de Londres, Sadiq Khan, que intervenga para dar marcha atrás a la decisión de la agencia Transport for London, y está siendo promovida también en la aplicación de la compañía en Londres.
“Al querer prohibir nuestra aplicación en la capital, Transport for London y el alcalde han cedido ante un pequeño número de personas que quieren restringir las opciones del consumidor”, dice la declaración que acompaña la petición.
La empresa de viajes compartidos dijo que 3.5 millones de londinenses dependen de Uber para tener “un viaje seguro, confiable y asequible” y que 40 mil conductores dependían de la aplicación para su sustento.
La empresa también ha intentado que el hashtag #SaveYourUber se vuelva viral en las redes sociales.
La compañía con sede en San Francisco tiene antecedentes de un uso exitoso de peticiones con el fin de presionar a los gobiernos municipales para que den marcha atrás a decisiones regulatorias.
En 2015, cuando el entonces alcalde de Londres, Boris Johnson, comenzó un proceso de consulta que parecía dirigido a frenar el crecimiento de las aplicaciones de reservas de viajes en la ciudad, Uber comenzó una campaña de petición en línea que reunió más de 90 mil firmas.
La iniciativa ayudó a convencer a Johnson y a Transport for London de que abandonaran las nuevas restricciones propuestas en enero de 2016.
Del mismo modo, cuando el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, propuso nuevas reglas en 2015 que congelarían temporalmente nuevas licencias para vehículos usados en servicios de reservas de viajes, lo que habría afectado la capacidad de compañía para contratar a nuevos conductores en la ciudad, dio la batalla añadiendo un botón directamente en su aplicación que mostraba un mapa de la ciudad sin autos de la empresa disponibles, seguido por un mensaje que decía:
“Así se vería Uber en Nueva York si es aprobada la ley del alcalde De Blasio para restringir a Uber”.
A continuación, incluía un enlace para que los clientes enviaran un correo electrónico al alcalde y el Consejo de la Ciudad de Nueva Yorkexpresando su desaprobación de la congelación de licencias.
La compañía también lanzó una campaña prominente de radio y televisión con conductores que, según dijo, se quedarían sin trabajo con las propuestas de De Blasio.
Al igual que Johnson, De Blasio cedió ante la presión pública de la leal base de clientes de Uber, dejando atrás los planes para seguir adelante con la congelación de licencias. Y parece que la empresa piensa que muestras similares de apoyo público para su servicio pueden funcionar esta vez también.