• Afecta tras sismo a una comunidad de Huamantla, que sufre desabasto de agua

Sergio Espinoza) – Foto (informativoPC)

El sismo del pasado martes provocó un derrumbe de dimensión considerable  en lo alto del Parque Nacional “Malintzi”, donde toneladas de arena y rocas se precipitaron con gran estruendo en un alud causó alarma entre la población cercana al punto de derrumbe y que fue visto  al lejanía.

Los efectos de este inusual deslizamiento de tierra provocaron que se “taparan” siete veneros de agua, que alimentan del vital líquido a la comunidad de la ranchería “Los Pilares”, y en consecuencia sus más de 2 mil 400 habitantes se quedaron sin el suministro de agua.

El problema se torna agudo debido a que las familias de este lugar, no cuentan con un pozo de agua potable, a pesar de que ya han perforado más de 360 metros para encontrar el sustento vital, y  pese a ser necesario dicho pozo no se ha equipado.

En este sentido, el ex presidente de comunidad, Francisco Márquez Carmona, explicó a este medio que tras el estruendo, la polvareda y el susto por el temblor, al cabo de una hora dejó de fluir el agua rodada que baja por inercia de siete manantiales que son fuente de abastecimiento para todo el pueblo.

Incluso lamentó el hecho, sé que aunque tengan el agua a mucha profundidad no la puedan extraer, ya que el pozo carece de equipamiento, pero también reprochó que Jorge Sánchez Jasso el alcalde de Huamantla, municipio al que pertenece su comunidad, ni sus antecesores quieran apoyar para la compra del equipo.

Al tiempo dijo se enteró por el radio que el gobernador hace giras para verificar los daños, por lo que:

“yo invito con respeto al señor Gobernador que venga a nuestro pueblo, tenemos muchas necesidades y también somos tlaxcaltecas que por años nuestras autoridades nos han abandonado… hasta este día”, fue el mensaje.

Márquez Carmona, dice que no es la primera vez que se tapan los veneros por un derrumbe, aunque es notorio que la montaña en su cara oriente que corresponde a la llamada “Cañada Grande”,  con  los temblores y el clima se desmorona mediante derrumbes.

Es más recordó, que desde la fundación del pueblo el abastecimiento es a través del agua rodada que es captada en lo alto de la montaña en siete presas, la que se canaliza por medio de canaletas de piedra hasta el pueblo.

También refirió que la infraestructura es más frágil, ya que las canaletas de piedra sufrían muchas grietas y se conduce el agua con tubería de PVC, pero las piedras la rompen “como en esta ocasión”.

Ante esto señaló, que hay que conformar brigadas para recorrer la tubería hasta el nacimiento del agua, aunque en estos momentos es una situación que pone en riesgo sus vidas.

Francisco Márquez explicó que grandes rocas se desprenden a cada rato de lo alto de la montaña, por eso es un peligro y para los habitantes de este lugar cada día son testigos de cómo poco a poco se derrumba la parte alta de la Malintzi.

Otros habitantes de Los Pilares refieren que en lo que va del año, en su pueblo se han sentido como explosiones que provienen de lo profundo de la montaña y que posiblemente son derrumbes en el interior de lo que fue el cráter de lo que ahora es montaña, pero que antes fue un volcán muy poderoso.

“Los ruidos y golpes son muy fuertes, se perciben a cualquier hora y se escucha una especie de rumor o eco que baja por la ladera”, y que este fenómeno ha sido sentido también en los pueblos de Altamira y hasta en Huamantla.

Por su parte Miguel salinas Hernández, jefe del departamento del Parque Nacional Malinche, comentó en Los Pilares que hay dos brigadas en la “Cañada Grande”, son 36 hombres los que revisan el camino.

Recuerda que en 1999 se registró una situación ´parecida, que hay peligro y que:

“alguien tiene que hacer la chamba”, por lo que las brigadas revisan la parte alta de la montaña para detectar posibles fisuras peligrosas.

Reconoció que la montaña poco a poco se derrumba, debido al cambio del clima que causa resequedad y el desprendimiento del material, sobre todo en lo que corresponde a la parte alta de la Cañada de Briones, y se puede decir que la montaña es como un polvorón que poco a poco se desmorona.