Azúcar, productos confitados, bebidas y tabaco serían los sectores que más impacto tendrían en su intercambio comercial entre Estados Unidos y México si finaliza el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), según un estudio de The Atlantic Council.
Las exportaciones de Estados Unidos hacia México caerían 49 por ciento en el sector de azúcar y productos confitados y lo que ellos importan de productores mexicanos de ese rubro se reduciría 22 por ciento.
La entrada de bebidas y productos de tabaco estadounidenses a México se contraería casi 39 por ciento, en tanto que sus importaciones se reducirían 28 por ciento.
De acuerdo con sus estructuras arancelarias bajo Naciones Más Favorecidas (NMF), las exportaciones estadounidenses a México sufrirían más que las exportaciones mexicanas a Estados Unidos.
El impacto más importante en términos absolutos para ambos países sería en las importaciones de bienes no agrícolas. Sin embargo, en términos relativos los productos agrícolas sufrirían más, particularmente las importaciones mexicanas de los Estados Unidos, señala el reporte “What if NAFTA ended? The imperative of a successful renegotiation”, desarrollado por el Adrienne Arsht Latin America Center del Atlantic Council y presentado este jueves desde Washington.
“El resultado sería que los consumidores enfrentarían precios más altos”, señala y agrega que la profunda relación comercial entre México y Estados Unidos, que avanzó de 91 mil millones de dólares en 1993 a 579 mil millones en 2017, es difícil de imaginar sin el TLCAN y el beneficio para los ciudadanos de los tres países.
Siendo la economía más cerrada de los tres socios del TLCAN, México dio mayores beneficios a sus consumidores y a su propia industria con el tratado firmado en 1994, considera Javier Mancera, autor del capítulo sobre el impacto en México del cese del acuerdo comercial.
“Sus ciudadanos accedieron a bienes y servicios de clase mundial y los manufactureros y proveedores de servicios tuvieron que aprender a competir tanto en precio como calidad con las empresas estadounidenses y canadienses. Para México, el futuro sin el TLCAN no es mejor que un futuro con él, pero el país podría encontrar la manera de sobrevivir e incluso prosperar”, dijo Mancera durante la presentación del estudio transmitida vía internet desde Washington.
Expuso que ya las compañías mexicanas han enfrentado una competencia mundial de bienes y servicios y muchas se han asociados con firmas fuera del país para participar en otros mercados.
Además, ante la incertidumbre que generó el triunfo de Donald Trump como presidente de Estados Unidos y por su retórica en contra de México, “las empresas mexicanas están más confiadas y mejor preparadas para desempeñarse en una América del Norte sin TLCAN”.
Por su parte, Jason Marczak, director The Adrianne Arsht Latin America Center, dijo confiar en que las negociaciones pueden servir como una oportunidad para modernizar el TLCAN y hacer una plantilla para futuros acuerdos en el mundo.