Separatistas catalanes quieren postergar la independencia

Los separatistas catalanes están tratando de encontrar una manera de postergar una declaración definitiva de independencia para generar espacio para un acuerdo negociado con España, según dos personas familiarizadas con sus planes.

Los líderes del movimiento están divididos sobre su próximo paso, mientras que los partidarios más intransigentes del partido CUP exigen que el Gobierno local lleve a cabo sus planes para una declaración unilateral de independencia tras el referéndum ilegal del domingo, dijeron las personas que solicitaron no ser identificadas porque las conversaciones son privadas.

El grupo separatista mayoritario del presidente local Carles Puigdemont está preocupado que esa medida tenga inmediatas consecuencias negativas para la economía, indicaron las personas.

Un portavoz del Gobierno catalán no respondió a tres llamadas y otros mensajes para comentar al respecto.

Puigdemont está tratando de mantener unido un movimiento que incluye una amplia gama de la sociedad catalana, desde los radicales de izquierda como la CUP a líderes empresariales como el presidente del directorio de Abertis, Salvador Alemany.

Mientras Puigdemont lidera el ejecutivo local, grupos cívicos como la Asamblea Nacional de Cataluña tienen gran parte del poder. Es la Asamblea la que llevó a más de un millón de personas a las calles de Barcelona y tomaron la iniciativa de organizar la votación el pasado domingo.

“El grupo dentro del Gobierno catalán que está dirigiendo la orquesta es la CUP, un grupo extremadamente radical con muchos vínculos anarquistas y que están fijando la agenda”, dijo este jueves el ministro de Economía español, Luis de Guindos, en una entrevista en Bloomberg Television.

“Todo el mundo ha comenzado a darse cuenta”. Los mercados españoles se negociaban al alza tras los informes de una posición más conciliadora de los separatistas.

El índice accionario IBEX 35 subía 2.3 por ciento tras caer 2.9 por ciento el miércoles. Los bonos españoles a 10 años subían por primera vez esta semana. El diferencial sobre los bunds alemanes se reducía en ocho puntos base, mientras que el euro se apreciaba por tercera sesión consecutiva.

El Tribunal Constitucional de España, en tanto, suspendió una sesión del Parlamento Catalán programada para el lunes, mientras que el ministro de Economía, Luis de Guindos, criticó con vehemencia al Gobierno catalán.

Al destacar los riesgos económicos derivados de una recesión, señaló que España no tiene nada que discutir con los secesionistas hasta que se restablezca el estado de derecho.

Los bancos catalanes han indicado que si este proceso continúa, están totalmente abiertos a reubicar sus casas matrices, dijo de Guindos en Bloomberg Television. “Esta es una clara señal de lo insensato que es el Gobierno de Cataluña”.

El mandato democrático de Puigdemont es relativamente débil. Fue lanzado a la cabeza del Gobierno local como candidato de compromiso luego que las elecciones locales de 2015 dejaran a la alianza separatista, Junts Pel Si, incapaz de formar una mayoría sin los anarquistas.

Los moderados están tratando de encontrar una manera de evitar la explosiva opción de declarar la independencia sin desencadenar disturbios en las calles de los partidarios que podrían sentirse decepcionados.

Una fórmula que se está discutiendo implicaría una llamada independencia diferida, bajo la cual Puigdemont anunciaría un periodo de semanas antes de que su decreto sea implementado en un esfuerzo por obligar al Gobierno español a sentarse en la mesa de negociaciones, dijeron las personas.

La división generaría aún más incertidumbre sobre el camino hacia la independencia de Cataluña, que representa cerca del 20 por ciento de la producción económica de España, lo que plantearía dudas sobre si Puigdemont finalmente retrocederá en sus demandas.

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