La junta ejecutiva de la UNESCO eligió a la exministra de Cultura de Francia, Audrey Azoulay como nueva secretaria general de esa agencia de la ONU, en una contienda inusualmente acalorada que fue eclipsada por tensiones diplomáticas relacionadas con en el Oriente Medio.
El anuncio esta semana por parte de Estados Unidos, de que se retirará de la UNESCO, sacudió el proceso de elección de varios días y resaltó los temores sobre el financiamiento y la dirección futura de la organización.
Azoulay sucede a la directora general saliente, la búlgara Irina Bokova, cuyo mandato de ocho años se vio afectado por problemas financieros y críticas por la inclusión de Palestina como miembro. El jueves, Estados Unidos e Israel dijeron que planeaban retirarse de la organización por su supuesto prejuicio antiisraelí.
La asamblea general de la UNESCO debe ratificar la selección de la junta, pero se cree que es una mera formalidad.
La nueva directora general establecerá nuevas prioridades para la organización, mejor conocida por su programa de Patrimonio Cultural de la Humanidad para proteger sitios y tradiciones culturales. Uno de sus objetivos es promover la paz por medio de la cultura.
La agencia trabaja además para mejorar la educación de las niñas, promover el entendimiento de los horrores del Holocausto, defender la libertad de prensa y coordinar los estudios científicos sobre cambios climáticos.
Azoulay ganó en la votación final por 30 a 28 frente al qatarí Hamad bin Abdulaziz al-Kawari, también exministro de cultura. Azoulay, una mujer judía de 45 años, había comenzado las votaciones esta semana con mucho menos respaldo, pero comenzó a ascender a medida en que otros candidatos se retiraron y le ganó una votación previa al candidato de Egipto.
El resultado es un golpe para los estados árabe, que habían deseado liderar la organización desde hace tiempo. Desde su fundación en 1945, tras la II Guerra Mundial, la UNESCO ha tenido previamente directores generales europeos, asiáticos, africanos y americanos, pero ningún árabe.
La inclusión efectuada por la agencia de Palestina como estado miembro en 2011 complicó esas aspiraciones, lo mismo que la disputa diplomática de Qatar con vecinos árabes sobre acusaciones de patrocinio de extremismo.
Azoulay será la segunda persona de nacionalidad francesa que encabece la UNESCO, después de René Maheu, que fue secretario general desde 1961 hasta 1974. El padre de Azoulay es marroquí y fue un asesor influyente de reyes de su país, lo que le da a ella una conexión con el mundo árabe.