El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) está en riesgo de derrumbe debido al rechazo de Canadá yMéxico a propuestas de Estados Unidos que consideran inadmisibles.
Las brecha es tan grande y compleja que los tres países pactaron extender a 2018 las negociaciones que querían terminar este año. Estos son los principales puntos en discusión.
LA CLAUSULA “SUNSET”
Estados Unidos quiere que el nuevo TLCAN incluya una cláusula denominada “crespuscular” (sunset, en inglés) que obligaría a derogar el tratado cada cinco años a menos que las partes acuerden extenderlo.
Tal pretensión es rechazada por México y Canadá y lo dejaron en claro el martes en Washington al concluir la cuarta ronda de negociaciones en dos meses.
“Es totalmente inadmisible”, dijo Ildefonso Guajardo, ministro de Economía y principal negociador mexicano. Se “establecería una muerte súbita cada cinco años para el tratado porque ningún inversionista arriesgaría su capital con esta cláusula”, añadió.
El TLCAN, vigente desde 1994, actualmente permite que los socios se desvinculen tras un preaviso de seis meses. Estados Unidos alega que la cláusula “crepuscular” obligaría a “reexaminar” el tratado cada cinco años.
EL CAPÍTULO 19
Otra fricción es la reglamentación de los litigios comerciales que, particularmente, enfrentan a Estados Unidos conCanadá.
Washington dice que ese reglamento, conocido comoCapítulo 19, es injusto para empresas y trabajadores estadounidenses. Ese capítulo es el que hoy permite decidir los contenciosos sobre derechos compensatorios entre los tres socios.
Esto es crucial para Canadá que ha recurrido con éxito a ese mecanismo desde que Estados Unidos sanciona a su madera para construcción por considerar que es vendida a precios menores al de producción (dumping). Ese litigio se arrastra desde 1983.
“Así como sólidas vallas hacen buenos vecinos, los buenos mecanismos para resolver litigios generan buenos socios comerciales”, dijo la ministra canadiense de Exteriores Chrystia Freeland.
México apoya a Canadá. En julio su Congreso demandó al gobierno rechazar la supresión del Capítulo 19.
EL CAPÍTULO 11
Otro procedimiento que Estados Unidos parece querer suprimir es el del capítulo 11 del TLCAN y que permite a las empresas o inversores recurrir directamente a los tribunales para dirimir sus pleitos con los Estados.
Eso es apoyado por numerosas empresas estadounidenses y es rechazado por organizaciones sociales.
LA GESTIÓN DE LA OFERTA
Estados Unidos también quiere suprimir el sistema canadiense de “gestión de la oferta” de lácteos, huevos y aves. Ese sistema establece cuotas y controles de precios que aseguran estabilidad a los productores y consumidores canadienses a pesar de las fluctuaciones del mercado.
Freeland reiteró la enérgica oposición de Ottawa a esa propuesta de Washington. Subrayó que los productores estadounidenses de ese sector, también reciben subvenciones estatales.
REGLAS DE ORIGEN
Otro diferendo es el de las reglas de origen; o sea las normas que establecen qué porcentaje de un producto debe ser fabricado en América del Norte para así ser comercializado en la región sin pagar derechos aduaneros.
Washington deplora la continua reducción de componentes estadounidenses en los productos manufacturados desde que el TLCAN entró en vigor hace 23 años. Este punto es muy sensible para la industria del automóvil.
El TLCAN establece actualmente que el 62.5% de las piezas de un coche debe ser fabricado en alguno de los países signatarios.
Washington pretende que, en adelante, aumentar ese porcentaje a 85%, que el 50% sea exclusivamente estadounidense y que el acero, el plástico el aluminio y el cobre utilizado en las piezas sean incluidos en el cálculo de las piezas de origen TLCAN, según medios de Canadá y Estados Unidos.
México rechaza la pretensión estadounidense. “La exigencia de contenido nacional es algo que no existe en tratados internacionales”, dijo Guajardo.
LOS MERCADOS PÚBLICOS
Washington busca limitar de forma drástica el acceso a sus mercados públicos, una propuesta que según Freeland, “daría a Canadá y México un acceso a los mercados públicos inferior al que goza Bahrein actualmente”.