Sin entrar ahora en consideraciones ni de historia ni de actualidad sobre el secesionismo frustrado de algunos catalanes –no todos–, el gobierno español debería reconocer al menos la comisión de dos errores tácticos y quizá uno político.
Los primero errores son simples: el primero, caerles encima con la macana a los votantes de un referéndum cuyos resultados no iban ser de ninguna manera reconocidos. Si ya se les había negado validez, a quien le importaba entonces si votaban o no. Era como una urna en el aire.
Y ante ella respondió el gobierno madrileño, macho entre los machos, con una represión excesiva, injustificada y repudiada por medio mundo.
Lo único demostrado en ese caso fue el temor por una posible adhesión masiva al movimiento de independencia. Si no fuera así, cuál es el motivo de prohibir el derecho a la consulta. Error tras error.
Pero después vino otro: encarcelar a los separatistas. Nada más lograron algo siempre anhelado, por todo movimiento político: corporizarlo, ponerles nombres y apellidos a los inconformes o disidentes y entregarles en bolsa de celofán, con moño rojo, dos mártires a los cuales invocar.
Lea usted esta información:
“…Cientos de personas participaron hoy en diversas concentraciones en Cataluña contra el encarcelamiento de los líderes de las dos principales organizaciones independentistas, entre las que destacó la de Barcelona.
“Los presidentes de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, respectivamente fueron encarcelados ayer por orden de una jueza de la Audiencia Nacional española, quien los investiga por un delito de sedición.
“La magistrada Carmen Lamela los acusa de “promover” el asedio a miembros de la Guardia Civil el pasado 20 de septiembre, durante una operación para impedir la celebración del referéndum independentista del pasado 1 de octubre, declarado ilegal.
“La principal concentración tuvo lugar en la Plaza Sant Jaume de Barcelona, donde se encuentra la sede del Gobierno regional de Cataluña (Generalitat), en la que participaron el presidente catalán, Carles Puigdemont; el vicepresidente del Ejecutivo regional, Oriol Junqueras, y diversos miembros de su Gobierno, junto a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y concejales del ayuntamiento.
“En la concentración, convocada por la ANC y Òmnium, desplegaron una pancarta con el lema ‘En defensa de los derechos y libertades’ y lanzaron gritos de ‘¡libertad!’.
“También se convocaron concentraciones ante los lugares de trabajo en todos los municipios catalanes.
“En Madrid, diputados nacionalistas catalanes y vascos y de la coalición de izquierda “Unidos Podemos” se concentraron ante la puerta principal del Congreso en protesta por la encarcelación de Jordi Sánchez, Jordi Cuixart, que consideran una acción “incendiaria” que entorpece el diálogo entre el Gobierno español y los independentistas catalanes.
“Por su parte, el jefe de la Policía autonómica de Cataluña (Mossos d’Esquadra), Josep Lluis Trapero, que también es investigado en la misma causa y salió ayer en libertad, fue recibido este martes con aplausos por parte de sus compañeros cuando llegó a su puesto de trabajo.
“Tras las detenciones del lunes, miles de personas, algunas con carteles con mensajes como ‘libertad para los presos políticos’, golpearon cacerolas e hicieron sonar las bocinas de los coches en Barcelona”.
Como se ve las chambonadas son varias: se encarcela a los políticos con quienes se debería negociar hasta el límite de la paciencia y como contraste y ejemplo se pone en libertad al responsable (al menos nominal) de la golpiza general.
Mientras tanto la ambigua declaración de Independencia de Puigdemont se ha quedado en el aire, pero los catalanistas ya tienes dos presos políticos por los cuales salir a la calle y u contaminante elemento adicional.
¿No hubiera sido mejor dejarlos en paz, por ahora, y prenderlos cuando las cosas políticas estuvieran más claras y no enturbiar éstas con el conflicto adicional?
Error tras error.
“El presidente Carles Puigdemont hizo una declaración ambigua la semana pasada sobre la base de los resultados del referendo del 1 de octubre.
“Puigdemont tiene plazo hasta el jueves (hoy) para revertir cualquier medida que haya tomado hacia la secesión. Si se niega, el gobierno ha dicho que invocará su autoridad constitucional para limitar o revocar la autonomía catalana”.
Y siguen.
FEMINISMO
Realmente fue una muestra de provincianismo ramplón el alboroto de quinceañeras frente a Justin Beaver en el cual se exhibieron las senadoras de la República en su acelerado tropel para fotografiarse con el señor Trudeau, el barbilindo Primer Ministro del Canadá.
Empujones y codazos para rendirle homenaje al fugaz momento consagratorio de la “selfie”.
Cosa rastacuera, ramplona, ridícula. En fin.