Decenas de miles de personas se manifestaban en el centro de Barcelona el domingo a favor de que Cataluña siga siendo parte de España y en contra de la declaración unilateral de independencia que aprobaron esta semana los grupos soberanistas en el Parlamento regional.
A la manifestación se sumaron representantes de los tres partidos constitucionalistas en Cataluña, la formación centrista Ciudadanos, los socialistas catalanes del PSC y los conservadores del PP.
“Si lo que quieren es romper con el resto de España, con nosotros no podrán contar. Si quieren acordar, sí”, dijo Miquel Iceta, líder del PSC, durante la marcha.
El conflicto separatista, la mayor crisis institucional en los 40 años de la democracia española junto al intento de golpe de Estado de 1981, alcanzó el viernes un nuevo punto álgido con la declaración de independencia y, pocas horas después, la aplicación de una serie de medidas de intervención en la región por parte del Gobierno central.
El Ejecutivo liderado por Mariano Rajoy decretó la destitución del gobierno catalán por completo, la disolución del Parlamento regional y la convocatoria a elecciones en Cataluña para el 21 de diciembre.
Entre llamados a la convivencia y la reconciliación en un conflicto que ha polarizado a la sociedad catalana, los manifestantes portaban banderas de catalanas, de España, de la Unión Europea y de otras regiones españolas.
“Yo soy más catalán que (Carles) Puigdemont”, dijo en catalán Francisco Sarriá y Solé, un empresario de 65 años, en referencia al destituido presidente de la región. “Están llevando a Cataluña a la ruina y enfrentando a una mitad de los catalanes contra la otra”, añadió.
Las últimas elecciones en la región, así como encuestas más recientes, muestran una división a partes casi iguales en Cataluña entre independentistas y españolistas.