Sean jóvenes o veteranos, el hilo se corta por lo más delgado. Con la salida de Eduardo Coudet de Tijuana, son ocho los técnicos cesados en el Apertura 2017, cifra alta pero lejana aún de los 16 entrenadores que fueron despedidos en el de Invierno 2001.

Podría hablarse de nueve despedidos si se toma en cuenta a Ignacio Sánchez, quien tomó las riendas del Puebla por una jornada, tras la partida de Rafael García y la llegada de Enrique Meza. Pero a éste, llamémosle interino.

“Los torneos cortos causan que las directivas tengan menos paciencia”, comentó Rafael Lebrija, directivo campeón con Toluca en los 90.

Despedir al entrenador no sólo conlleva cambiar la idea de juego, también se debe de tomar en cuenta las costos económicos para el club, por la indemnización al técnico saliente, con todo y grupo de trabajo, y pagar para traer al nuevo… con todo y cuerpo técnico.

“Es un problema en muchos sentidos, pero a veces se debe de tomar para salir adelante”, agrega el directivo.

La danza de técnicos inició temprano, en la jornada seis con el cese de Juan Francisco Palencia en Pumas, cuyo lugar fue tomado por Sergio Egea, quien fungía como presidente deportivo del club, lo que para muchos fue una traición… El español duró cinco juegos y en su lugar llegó David Patiño, ex auxiliar de Palencia.

Y el más reciente ha sido el Chacho Coudet, técnico argentino que por diferencias con la directiva, hizo que se fuera del equipo.

Jóvenes o veteranos, la danza de técnicos continúa.