La televisión estatal iraní informó que terminaron las operaciones de rescate en áreas del país azotadas por un poderoso sismo el fin de semana que provocó la muerte de 530 personas y dejó a miles de heridos, mientras muchos sobrevivientes combatían el frío y el hambre.
El terremoto del domingo de magnitud 7.3 afectó a aldeas y ciudades en el área montañosa de la provincia de Kermanshah, fronteriza con Irak, mientras muchas personas se encontraban durmiendo en sus hogares. Al menos 14 provincias en Irán resultaron afectadas.
La cifra de 530 muertos, reportada por la agencia de noticias estatal IRNA, lo convirtió en el sismo más letal de Irán en más de una década. Hay 30.000 viviendas dañadas. Dos pueblos enteros quedaron destruidos.
También dejó 7.460 heridos, según medios estatales. La mayoría de las lesiones eran leves y menos de mil personas seguían hospitalizadas, indicó en la televisión estatal el portavoz de la agencia iraní de gestión de crisis, Behnam Saeedi.
Rescatistas y vecinos buscaban entre los escombros de bloques de apartamentos y utilizaban mantas pesadas para trasladar los cadáveres.
El hospital en Sarpol-e-Zahab sufrió graves daños y el Ejército estableció hospitales de campo, aunque muchos de los heridos fueron trasladados a otras ciudades como Teherán.
El temblor también afectó a un recinto militar en la ciudad fronteriza, donde murieron varios soldados, según reportes.
En Irak se registraron siete muertes y 535 sufrieron heridas, todas en la región semiautónoma kurda al norte del país, según el Ministerio del Interior.
El presidente iraní, Hassan Rouhani, llegó por la mañana al área afectada por el terremoto en Kermanshah y prometió que el Gobierno “usará todas sus capacidades para resolver los problemas lo más rápido posible”.
La televisión estatal informó que miles de personas ocupaban campamentos improvisados mientras que muchos otros pasaron una segunda noche a la intemperie por temor de más terremotos tras cerca de 193 réplicas.
La televisión local mostró imágenes de rescatistas buscando frenéticamente entre los escombros de decenas de aldeas inmediatamente tras el sismo, pero funcionarios iraníes dijeron que la probabilidad de hallar más sobrevivientes es extremadamente baja.
“Las operaciones de rescate en la provincia de Kermanshah han terminado”, dijo en la televisión estatal el jefe de los Servicios Médicos de Emergencia de Irán, Pir-Hossein Kolivand.
La máxima autoridad iraní, el ayatolá Alí Jamenei, ofreció sus condolencias y llamó a agencias del Gobierno a hacer todo lo que puedan para ayudar.
Irán está emplazado sobre grandes fallas geológicas y ha sufrido varios terremotos devastadores en los últimos años, incluyendo un sismo de magnitud 6.6 en 2003 que redujo a polvo la histórica ciudad sudoriental de Bam y acabó con la vida de unas 31 mil personas.