El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pidió a la NFL suspender por toda la temporada al corredor de los Raiders de Oakland, Marshawn Lynch si vuelve a sentarse durante el Himno de Estados Unidos como sucedió ayer en el Estadio Azteca.
Cuando sonó el himno estadounidense, Lynch se dirigió a la banca de su equipo y a la altura de la yarda 50 entre dos botes de Gatorade, se sentó en inclinó la cabeza.
Cuando el Himno de México se entonó, el corredor se puso de pie.
“Marshawn Lynch está parado para el himno mexicano y se sienta para nuestro himno nacional. ¡Gran falta de respeto! La próxima vez NFL le debería suspender para el resto de la temporada”, escribió Trump en su cuenta de Twitter.
El malestar del mandatario fue provocado porque Lynch optó por permanecer sentado cuando el himno estadunidense fue tocado en el Estadio Azteca de la Ciudad de México antes del partido realizado la víspera, al continuar la protesta de meses atrás por otros jugadores, mayormente de raza negra.
Marshawn Lynch of the NFL’s Oakland Raiders stands for the Mexican Anthem and sits down to boos for our National Anthem. Great disrespect! Next time NFL should suspend him for remainder of season. Attendance and ratings way down.
Aunque el partido se celebró ante un estadio repleto, como ha sucedido casi en la mayoría de los jugados en Estados Unidos, Trump insistió además que la asistencia y la audiencia de estos continúan cayendo.
La crítica fue la muestra más reciente de la cruzada personal del mandatario contra este movimiento de protesta iniciada el año pasado por el exmariscal de campo de los 49s de San Francisco, Colin Kaepernick, para quejarse contra la brutalidad policial contra los afroamericanos y contra la injusticia racial.
Kaepernick optó por escuchar el himno nacional estadunidense con una rodilla al piso y, desde entonces, un mayor número de jugadores de diferentes equipos de la Nacional de Futbol Americano (NFL) se han sumado al movimiento, ante el malestar del mandatario.
En un discurso público en septiembre pasado, Trump pidió a los dueños de los equipos despedir a los jugadores que colocaran una rodilla al piso al escuchar el himno nacional, y se refirió a los jugadores que protestan como “hijos de perra”.
En octubre pasado, y después de repetidos llamados de Trump para castigar a los jugadores que continuaran con esta práctica, el comisionado de la NFL, Roger Goodell, dejó en claro que la liga no los obligaría a observar respeto por el himno, aunque expresó su deseo de que lo hicieran.
