Las mujeres de la Prehistoria tenían brazos más fuertes que las de hoy

Contrario a lo que seguro pensabas, algunas de nuestras antiguas ancestras trabajaban más duro y tenían brazos más fuertes que las mujeres de esta época.

Esto, de acuerdo con un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Cambridge, así como de la Universidad de Viena y Western University, en Canadá, quienes analizaron los huesos de 94 mujeres que vivieron en comunidades agrícolas en Europa Central del 5,300 a. C. hasta el 850 dC. y los compararon con los huesos de 83 mujeres que viven actualmente en Cambridge y que llevaban un estilo de vida sedentario o practican deportes como futbol, correr o remar.

Los investigadores descubrieron que las mujeres prehistóricas tenían brazos más fuertes que las actuales, incluso, más que aquellas mujeres que reman de forma profesional.

Los huesos de los brazos de las mujeres neolíticas, que vivían hace aproximadamente 7 mil años, eran 11 a 16 por ciento más fuertes que los de las remeras modernas, mientras que los de las mujeres de la Edad del Bronce, de hace aproximadamente 4 mil años, eran 9 a 13 por ciento más fuertes.

Esto, porque las mujeres prehistóricas no dejaron el trabajo duro a los hombres, por el contrario, labraron la tierra, cosechaban y molían gran, señala la investigación publicada este miércoles en Science Advances. Además, las mujeres de esa época, probablemente, comenzaron a trabajar cuando eran niñas, cuando sus huesos aún estaban en crecimiento.

“Ahora podemos ver, en realidad, hay miles de años de riguroso trabajo manual que han sido subestimados por completo”, indicó a The Verge, la autora principal de la investigación y antropóloga de la Universidad de Cambridge, Alison Macintosh.

“Es realmente importante poder comprender la contribución de las mujeres”, quienes por 6 mil años fueron una fuerza motriz del desarrollo social y cultural de las comunidades agrícolas, según la investigadora.

Aunque la historia es diferente cuando se analizan los huesos de las piernas. Algunas mujeres prehistóricas tenían piernas más débiles que las mujeres actuales, mientras que otras tenían piernas tan fuertes como las de las corredoras de hoy.

Lo que indica que mientras algunas podrían haber tenido huesos muy fuertes en las piernas porque caminaban mucho, tendían a pastorear vacas y acarreaban agua a grandes distancias, otras mujeres podían haber sido más sedentarias y se dedicaban a moler grano todo el día para hacer harina.

Sin embargo, es necesario precisar que esta investigación no toma en cuenta los factores genéticos, los cuales, pueden influir en que algunas mujeres tengan huesos más fuertes que otras.

Noticias

Síguenos en redes