El noreste de Estados Unidos era azotado el jueves por fuertes nevadas que provocaron el cierre de colegios y oficinas gubernamentales y dejaron a decenas de miles de personas sin electricidad.
Miles de vuelos fueron cancelados en lugares como el Aeropuerto JFK de Nueva York, mientras que los quitanieves y los camiones con sal eran omnipresentes en carreteras y autopistas. Asimismo, los que desafiaron la tormenta para acudir a sus trabajos esperaban poder volver a salvo a sus casas, ya que estaba previsto que el frente se intensificará durante el día.
Más de tres mil 300 vuelos comerciales fueron cancelados antes de la llegada de la tormenta al Noreste el jueves. En los tres principales aeropuertos de Nueva York y en el Logan de Boston fueron cancelados hasta tres de cada cuatro vuelos, según el servicio web FlightAware.com.
Aeroméxico informó a través de su cuenta de Twitter que fueron afectados algunos de sus vuelos con conexión a Nueva York y Boston.
Las autoridades emitieron advertencias por tormenta de nieve a lo largo de la Costa Este, desde Carolina del Norte a Maine, y el Servicio Meteorológico Nacional predijo vientos de hasta 113 kilómetros por hora. En Boston y áreas costeras de Nueva Inglaterra estaba prevista la caída de más de 30 centímetros de nieve.
La tormenta fue provocada por un rápido descenso de la presión barométrica, calificada por algunos meteorólogos como un ciclón extratropical o ciclogénesis explosiva, que genera nevadas grandes y rápidas, así como fuertes vientos.
En los últimos días, la muerte de al menos 13 personas ha sido atribuida a las malas condiciones climáticas, incluidos tres decesos en accidentes de tráfico en Carolina del Norte y otros tres fallecidos por frío en Texas.
En el Sureste, algunas ciudades vivieron su mayor nevada en unos 30 años, según Alan Reppert, de AccuWeather.com. En Charleston, Carolina del Sur, cayeron 13.46 centímetros de nieve, a menos de 2.5 centímetros de su récord, mientras que Tallahassee, Florida, registró su primera nevada mesurable desde 1989.
Unas 65 mil casas y negocios en el noreste estaban sin luz en la mañana del jueves, aunque se esperaba que el número aumentará a medida que se intensifique la tormenta en la región.
Esto generó temores a que la gente esté sin electricidad ni calefacción el viernes y durante el fin de semana, cuando se prevé un abrupto descenso de las temperaturas.