El Tottenham debió sufrir para empatar 1-1 ante el West Ham United en el cierre de la vigésimo segunda jornada de la Liga inglesa de fútbol. Obiang, a falta de media hora para el cierre, había adelantado a la visita con un soberbio remate, pero Heung-Min Son, a los 84′, igualó las acciones con un tanto de factura similar y dio alivio al equipo de Mauricio Pochettino, quinto con 41 puntos.
El Tottenham fue dominador desde el principio. Harry Kane y Christian Eriksen tuvieron opciones en el primer tiempo, tentativas sin éxito pero que hacían presagiar que el local, tarde o temprano, abriría el marcador.
No fue así y en el complemento, pese a nuevas aproximaciones, el Tottenham seguía sin poder marcar, ya más ansioso, con un fútbol que se nublaba a medida que corrían los minutos.
La situación fue más crítica cuando Obiang, en un ataque que parecía estéril, sacó un potente remate desde la izquierda que se clavó en el ángulo derecho del arquero Hugo Lloris. Visto el trámite, un gol de otro partido.
Los de Pochettino, desesperados, se volcaron aún más al ataque, aunque la solución no llegó con el juego asociado o aéreo, sino con el atrevimiento desde fuera del área.
El coreano Son, que había visto cómo Kane, Eriksen o Dele Alli fracasaron en sus intentos, sacó de su cuenta un violento zapatazo que trajo un poco de tranquilidad, además de un punto, a los “Spurs”.