La iglesia de San José en el condado irlandés de Limerick abrió una capilla ardiente para que los ciudadanos puedan despedirse de la líder del grupo The Cranberries, Dolores O’Riordan, fallecida el pasado lunes a los 46 años.
Ese templo acogió hoy desde las 12.30 GMT el féretro con los restos mortales de O’Riordan, para que sus seguidores pudieran rendir tributo a la artista irlandesa, cuyo cuerpo sin vida fue hallado en un hotel de la capital británica.
La madre de O’Riordan y sus cinco hermanos acompañaron el féretro hasta la iglesia, donde el obispo Brendan Leahy los esperaba.
Está previsto que el funeral de O’Riordan tenga lugar el próximo martes en su pueblo natal de Ballybricken, en el mismo condado de Limerick.
La muerte de la cantante ha causado gran conmoción en Irlanda, donde se la recuerda como la “voz de toda una generación” y como un icono mundial de la música en la década de los 90 del siglo XX.
La artista tenía tres hijos con el representante del grupo británico Duran Duran, Don Burton, de quien se separó en 2014 tras 20 años de matrimonio.
Las autoridades forenses del Reino Unido han efectuado “varias pruebas” para determinar las causas de su muerte aunque los resultados no se conocerán hasta dentro de unos meses.
Según informó el lunes su representante, O’Riordan se encontraba en Londres para participar en “una breve sesión de grabación” el día siguiente, cuando tenía previsto poner su voz a una versión del conocido tema de The Cranberries “Zombie”, interpretada por la banda de rock estadounidense Bad Wolves.