El secretario estadounidense de Justicia, Jeff Sessions, fue interrogado por varias horas la semana pasada en el marco de la investigación que lleva a cabo el fiscal especial Robert Mueller sobre posible colusión entre la campaña de Donald Trump y el gobierno ruso, confirmó el Departamento de Justicia.
Mueller investiga si ciertas medidas tomadas por el ahora presidente Trump, como su destitución del director del FBI, James Comey, constituyen obstrucción de justicia.
Sessions es hasta ahora el miembro de mayor rango en el gobierno de Trump, y su único miembro de gabinete, en ser interrogado por el equipo de Mueller.
Sessions es considerado un testigo sumamente importante debido a su rol en la destitución de Comey, ocurrida el 9 de mayo. La Casa Blanca inicialmente dijo que la medida se hizo con base a recomendación del Departamento de Justicia y citó un memo del subsecretario de Justicia Rod Rosenstein.
El memo dijo que Comey no había manejado bien la investigación en torno al servidor de correo electrónico de Hillary Clinton.
Pero desde entonces Trump ha admitido que estaba pensando “en este asunto de Rusia” cuando despidió a Comey.
Sessions se recusó de la investigación en marzo al reconocer que había tenido dos reuniones no divulgadas con el embajador ruso durante la campaña presidencial. En ese entonces consideró que sería inapropiado investigar una campaña de la cual fue miembro y apoyó con entusiasmo.
La decisión de recusarse le valió una andanada de insultos por parte de Trump, que usó Twitter para desahogar su frustración contra Sessions y contra el Departamento de Justicia.
Rosenstein designó a Mueller, exdirector del FBI, como nuevo titular de la investigación sobre Rusia una semana después de la destitución de Comey. Por ahora supervisa al equipo de Mueller, pero dijo a la AP en una entrevista en junio que se recusará del proceso si su trabajo afecta a la averiguación.
