El presidente del Instituto Nacional de Acceso al Información Pública y Protección de Datos Personales (INAI), Francisco Javier Acuña, reconoció que existe un problema en el mal manejo de bases de datos personales en el país, por lo que se considera un “paraíso de bases de datos clandestinos”.
Recordó que en 2001 hubo una filtración del padrón electoral, que llegó hasta manos del Departamento de Estado de Estados Unidos.
“Nos dimos cuenta de ello hacia el 2002, 2003, porque para hacer la CURP de buena fe, el IFE prestó los listados, las bases de datos del padrón electoral y unos funcionarios, que no merecen ese nombre, lamentablemente lo filtraron a una empresa norteamericana llamada Choice Point, quien después lo vendió al Departamento de Estado norteamericano”, comentó.
Explicó que en ese entonces los datos personales de 60 millones de mexicanos fueron expoliados y vendidos, y desde esa fecha “muchísimos retazos y pedazos de datos personales, de listados personales clandestinos circulan por el país”.
Ante ello, el comisionado presidente del INAI hizo un llamado a los representantes del Estado mexicano a unir esfuerzos para combatir el tráfico de datos personales, que convierte al país en un paraíso “de bases de datos clandestinas”.
Al respecto, el senador David Monreal Ávila se refirió a la necesidad de revisar el marco jurídico para fortalecer la protección de los datos sensibles, para evitar que se presenten casos como el de la posible existencia de un mercado negro de credenciales de elector al que han recurrido algunos aspirantes independientes.
“Más allá de las implicaciones negativas que en materia electoral puedan tener lo referido, el punto toral es adentrarse en saber cómo se ha construido tal mercado, que en términos prácticos estaría comercializando la información de millones de ciudadanos, violentando a todas luces su derecho a la protección de datos personales”, dijo.