El servicio de inteligencia holandés remitió “evidencia crucial” al FBI sobre la interferencia rusa en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016, informó este viernes el diario holandés de Volkskrant, citando los resultados de una investigación.
Los hackers del servicio de inteligencia holandés conocido como AIVD obtuvieron acceso a la red del grupo ruso de piratas informáticos ‘Cozy Bear’ en el verano de 2014.
Mientras monitoreaban las actividades del grupo, el AIVD se enteró de los ataques lanzados contra el Partido Demócrata, según seis fuentes estadounidenses y holandesas no identificadas citadas en la investigación.
La información proporcionada por los holandeses dio motivos para que el FBI iniciara una investigación sobre la influencia de la interferencia rusa en la contienda electoral entre Hillary Clinton y Donald Trump,según el informe del periódico basado en una investigación conjunta con Eelco Bosch van Rosenthal, reportero del programa holandés de noticias Nieuwsuur.
Una portavoz del AIVD se negó a efectuar comentarios sobre el informe al ser contactada por teléfono este viernes.
Un informe del 6 de enero de 2017 emitido por la Oficina del Director de Inteligencia Nacional de Estados Unidos, basado en una evaluación de la CIA, el FBI y la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), explicó que Estados Unidos tenía “mucha certidumbre” en que el presidente ruso Vladimir Putin había ordenado “una campaña de influencia en 2016 dirigida a las elecciones presidenciales de Estados Unidos”.
El Kremlin “aspiraba a mejorar las posibilidades electorales del presidente electo Trump en la medida de lo posible, desacreditando a” su oponente, Hillary Clinton, según el informe.
Acceso en Moscú
Volkskrant citó a fuentes que dijeron que esta certeza derivaba de que “los hackers del AIVD tuvieron acceso al espacio tipo oficina en el centro de Moscú durante años”.
Según fotografías tomadas de visitantes al centro de piratería en Moscú, el grupo de inteligencia holandés logró deducir que el grupo de hackers era dirigido por la agencia de inteligencia externa de Rusia, SVR.
El AIVD y su contraparte militar, MIVD, informaron al enlace de la NSA en la Embajada de Estados Unidos en La Haya en noviembre de 2014 sobre los preparativos rusos para atacar al Departamento de Estado, lo que permitió a la NSA y al FBI contrarrestar los intentos rusos.
La información fue considerada suficientemente importante como para que la NSA abriera una línea directa con la oficina central del AIVD en Zoetermeer, Holanda.
Trump no admitió la intervención rusa, lo que fortaleció el poder de Putin.
Los estadounidenses fueron tomados completamente por sorpresa por la agresión rusa, explicó el exalto ciberdiplomático estadounidense Chris Painter a Volkskrant, añadiendo que la falta de preparación de los servicios de inteligencia estadounidenses fue “una de las razones por las que el acceso holandés fue tan apreciado”.
Volkskrant detalló que habló con 15 personas en el transcurso de los siete meses de investigación.
Seis tenían conocimiento directo del acceso holandés, mientras que las otras nueve personas están familiarizadas con la comunidad de inteligencia, los métodos de trabajo de los grupos de hackers rusos o la relación internacional holandesa-estadounidense, informó el periódico.