Rob Gronkowski salió la semana pasada, durante la final de la Conferencia Americana, con una conmoción cerebral. Siete días después reportó como si nada a los entrenamientos de los Patriots de Nueva Inglaterra; el domingo juega el Super Bowl LII.
La NFL hace todo lo posible para cuidar la salud de sus estrellas, mas no encuentra un freno para prevenir tanto daño neurológico. El peligro de las conmociones cerebrales se mantiene como la primera preocupación en la Liga.
El viernes se publicó un estudio de la empresa especialista en salud humana IQVIA, sobre el aumento de conmociones cerebrales registradas durante el año pasado en la NFL: total de 281 jugadores sufrieron alguna conmoción cerebral, 38 más que en 2016, lo que representa un aumento del 13.5 por ciento.
En entrevista con EL UNIVERSAL Deportes, el neurocirujano Héctor Manuel Trujillo analiza las consecuencias que sufren las estrellas del futbol americano.
“Cuando el cerebro tiene varios golpes, como en la parte interna del cráneo, hay una pérdida neuronal. Entonces, se alteran las funciones cerebrales superiores. Por ejemplo: pérdida de memoria reciente o remota, pérdida del cálculo o de la razón. Depende de la zona que se conmocione”, explica.
Diversos estudios han encontrado en ex jugadores daños cerebrales como encefalopatía traumática crónica, que ocasiona depresión, impulsividad y cambios de conducta.
“El cerebro tiene múltiples vasos cerebrales, muy delgaditos, que con cualquier golpe hay ruptura. Eso te ocasiona microhemorragias, que te condicionan perdidas neuronal”, narra Trujillo, especializado en neurocirugía por el Hospital Central Sur.
La delicadeza del tema se traspasa a los pequeños que sueñan con llegar a la Liga y convertirse en la futura superestrella. Tanto en Estados Unidos como en nuestro país, existen ligas o escuelas de futbol americano donde los niños, aproximadamente de nueve años de edad, ya visten hombreras y cascos… listos para las tacleadas.
El cerebro termina su desarrollo hasta que un individuo cumple los 21 años de edad.
—¿Los fuertes golpes al cráneo afectan la formación del cerebro en niños?—
“Claro que perjudica el desarrollo cerebral”, subraya el médico.
“Siempre que haya un golpe traumático directo al cerebro hay que tratarlo lo más pronto posible. Existe el riesgo que puedan tener microsangrados por los golpes al cráneo”, añade.
El neurocirujano es un fiel amante de los deportes. Él mismo practica mucho béisbol y mantiene una vida saludable. El doctor Trujillo apoya a cualquiera que guste practicar alguna disciplina atlética, siempre y cuando estén bien protegidos.
Trujillo concluye que la NFL debe ser más cuidadosa en los protocolos de conmociones cerebrales, ya que el incremento de daños neurológicos en los profesionales es un reflejo de lo ineficaz en las medidas preventivas.
“Hay muchas jugadas innecesarias en los partidos y puede verse que las protecciones son insuficientes”, termina.
Así es como Gronkowski jugará este 4 de febrero.