El científico Albert Einstein, una de las más grandes mentes del siglo XX y de toda la humanidad, también cometió errores, equivocaciones y subestimó la importancia de sus hallazgos, pero sin ellos no se habrían tenido las herramientas para lograr una gran cantidad de los actuales descubrimientos científicos.
Una de sus previsiones en las que su interpretación física falló fueron los agujeros negros. “Él no creía que existieran. Consideraba que eran un artilugio matemático, y ahora nos consta que existen”, señaló el doctor Bernardo Cervantes Sodi en un encuentro con estudiantes de la Universidad Iberoamericana.
En la ponencia ‘Los Tropiezos de Einstein’, el investigador del Instituto de Radioastronomía y Astrofísica de la UNAM dijo que el físico tampoco creía que los lentes gravitacionales se pudieran detectar y usar, y “ahora se usan para muchísimas cosas en astronomía”.
El experto destacó que, en un principio, Einstein predijo la existencia de ondas gravitacionales y posteriormente se retractó.
“Las volvió a predecir, dijo que se iban a detectar; pues aquí estamos, sí existen”, comentó Cervantes Sodi. En 2016 se anunció la detección de este tipo de ondas provenientes de la colisión de dos agujeros negros.
El inventor de la Teoría General de la Relatividad también erró en la estructura del universo. “Él proponía que el universo era estático, inmutable; sus mismas ecuaciones le gritaban que no, que el universo es dinámico, evoluciona, y por los prejuicios del momento estaba casado con una sola idea”, indicó Cervantes Sodi.
“Nos consta ahora que el universo está en expansión acelerada”, destacó Cervantes Sodi. No obstante, sin Einstein no habríamos tenido las herramientas para todos los descubrimientos científicos que se han hecho.
La Teoría General de la Relatividad es la que da cabida a todas estas predicciones; incluso, remarcó el experto, muchas de ellas las hace el mismo Einstein, pero estaba limitado por las situaciones de su tiempo, en la que todo mundo tenía prejuicios.
“Ir más allá de sus prejuicios tomó la colaboración de muchos otros investigadores, gente que se hizo experta en los temas y le dio la interpretación física a lo que originalmente estaba planteado puramente matemático”, precisó Cervantes.
Además, “nos está abriendo otros horizontes, hasta el 2015 nosotros no habíamos detectado nunca ondas gravitacionales, entonces nos abre otra ventana de investigación; es como si nos hubieran dado un telescopio nuevo para un tipo de luz que nunca habíamos visto”.
También nos da información de eventos como explosiones de supernova y colisiones de agujeros negros.
“Es una de las pruebas fundamentales de que los agujeros negros existen, porque la única forma de producir estas señales de ondas gravitacionales es con un modelo de colisión de agujeros negros”, indicó Bernardo Sodi.