La reforma fiscal de Estados Unidos representa un riesgo para la economía mexicana durante 2018, sin embargo, el secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), José Antonio González Anaya, aseguró que la estabilidad macroeconómica será un amortiguador para reducir el efecto de los cambios fiscales en la competitividad del país.

El funcionario subrayó que la estabilidad se basa en un tipo de cambio que se apreció al arranque de 2018 comparado con el año pasado. Además, cuatro de las cinco agencias calificadoras mantienen la perspectiva estable para México; el crecimiento económico promedio del PIB entre 2014-2017 fue de 2.8 por ciento y para 2018 la perspectiva es de 2.2 por ciento; la inflación retomó su tendencia a la baja al inicio del año, y en 2018 se alcanzará por segundo año consecutivo un superávit primario.

Señaló que Hacienda y el sector privado se encuentran en diálogo para revisar qué medidas se deben de tomar en México para reducir los efectos de la reforma fiscal estadounidense y comentó que, por ahora, el análisis se ha centrado en las tasas efectivas de las empresas tras revisar la eliminación de deducibilidades en el marco tributario de Estados Unidos.

El funcionario declinó mencionar si en el último año de este sexenio Hacienda propondrá una reforma fiscal, o bien, si dejará un “borrador” a la siguiente administración.

“La reforma americana a primera vista parece que reduce las tasas de 35 a 21 por ciento, pero quita cuando menos dos deducibilidades importantes: la deducibilidad de impuestos locales y a intereses (…) sin embargo, nosotros sí estamos estudiando, sí estamos en dialogo con el sector privado para ver qué medidas debemos de tomar”, afirmó.

En conferencia de prensa acompañado por el Vocero de Presidencia, Eduardo Sánchez, mencionó que las pláticas con la IP se han centrado en cómo cambian las tasas efectivas a las empresas.

“Una empresa en California antes de la reforma pagaba el 35 por ciento de tasa corporativa federal y deducía la tasa de 8 por ciento estatal. Después de la reforma paga una tasa de 21 por ciento federal y suma el 8 por ciento estatal, eso nos lleva a 29 por ciento y nos acerca bastante a la cifra de tasa de nosotros (30 por ciento)”, indicó.

Adicionalmente, González Anaya mencionó que en Estados Unidos la reforma implicó que se quitó la deducibilidad de intereses, lo que significa que “una empresa que tiene deuda y que tiene que pagar intereses su carga efectiva sube”.

Por ello, afirmó que México “seguirá siendo competitivo. El marco fiscal, sin duda, tiene efectos sobre la competitividad, pero no es el único. Ustedes tomen los países que menos recaudan en el hemisferio y no son los países más competitivos del hemisferio, son importantes, es un marco importante pero no es el más importante”.

Elecciones y TLCAN, riesgos adicionales

El titular de la SHCP refirió que las elecciones y la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) representan riesgos adicionales a la reforma fiscal para este 2018.

“Es natural que haya incertidumbre en un año electoral. Las elecciones por definición tienen incertidumbre, no sabemos quién va a ganar, sin embargo, México ha venido madurando sus instituciones democráticas desde hace varias décadas, tenemos además amplios consensos alrededor de la responsabilidad fiscal y autonomía del Banco de México y de la política monetaria, y las reformas constitucionales dan estabilidad”, sostuvo.

Sobre el TLCAN, dijo que, si bien representa un riesgo para la economía mexicana los términos de la renegociación, “vemos que el año pasado a estas alturas del año teníamos un grado de incertidumbre enorme, Estados Unidos acababa de bajarse del TPP y teníamos enorme incertidumbre de lo que iba a pasar con TLCAN”.

Por su parte, Sánchez refirió que la economía mexicana está preparada para enfrentar los retos internos y externos que se presentarán en los próximos meses pese a las condiciones adversas provenientes del exterior, además, añadió que el 2018 inició con un tipo de cambio más favorable que el año pasado.