La embajadora de Estados Unidos en México, Roberta Jacobson, dio el banderazo a la construcción de la nueva sede de la embajada estadounidense.
Con la presencia de Alfonso Navarrete Prida, secretario de Gobernación; Miguel Ángel Mancera, jefe de Gobierno de la Ciudad de México; Carlos Manuel Sada, subsecretario para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores; Xóchitl Gálvez, delegada de la Miguel Hidalgo y del empresario Carlos Slim, la diplomática presentó el terreno de 3.4 hectáreas en la colonia Irrigación, atrás de la Plaza Carso.
“En los Estados Unidos tenemos una tradición que se llama ‘rompe-tierra’ que literalmente significa se removerá la tierra para que un nuevo edificio nazca, con esta ceremonia a hoy rompemos tierra mexicana para esta nueva casa para la embajada, que nos proveerá de un extraordinario ambiente para nuestra natural relación bilateral”, dijo.
Comentó que desde 1898, Estados Unidos tiene una embajada en México, lo que da testimonio de la fuerte relación bilateral; fue en 1964 cuando se construyó la actual sede sobre Paseo de la Reforma, que se convirtió en la segunda más grande en el mundo.
El nuevo edificio “moderno y sustentable” será concluido en 2022.
“México es uno de los más cercanos y valiosos socios de Estados Unidos, somos vecinos con una profunda historia, y un futuro en común, hoy celebramos el inicio de un edificio que se levanta como un testamento de los dos celebrando nuestra amistad, y empoderamiento nuestra diplomacia en los años por venir, y cómo siempre digo, somos más fuerte juntos”, aseguró.
En su oportunidad, el secretario de Gobernación aseguró que la buena sociedad y convivencia de México y Estados Unidos representa la fortaleza de los lazos de ambos países.
“Juntos somos más fuertes como países y como región” y en ese ámbito, señaló es como mejor se hace frente a los desafíos globales en común.
En tanto, Carlos Sada aseguró que la construcción representa un acto simbólico de la fortaleza de la relación entre México y Estados Unidos.
—Se coloca la primera piedra de una embajada y no un muro— se le comentó.
“Simbólico, por supuesto, es una situación favorable porque yo creo que es una situación muy favorable porque estamos hablando de un inmueble que yo creo que va a ser de los más grandes que tiene Estados Unidos no solo en Latinoamérica sino en todo el mundo y es algo que nos llena obviamente de satisfacción porque ciertamente va a proyectar que es una relación que es por demás intensa, por demás compleja pero al mismo tiempo que es por demás profunda”, señaló.
Sobre el debate en el Senado estadounidense respecto al futuro de los jóvenes beneficiarios del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés),aseguró que México se mantendrá al tanto de las decisiones del congreso para conocer cómo será la situación de los casi 600 mil mexicanos beneficiados con ese programa.
“Ahora, ¿qué es lo que va a pasar en el pleno?, eso es algo que tenemos que monitorear de cerca, porque hemos visto que se han acercado bastante y desafortunadamente no ha habido una alternativa, parece ser que ahora sí se puede dar, pero no adelantamos vísperas de alguna manera, estamos muy pendientes de qué pasa esta semana, primero en el Senado y luego qué tipo de iniciativa se va a mandar a la cámara de representantes para ver qué es lo que sucede ahí”, explicó.