El presidente Donald Trump respondió a la apertura de Corea del Norte para sostener conversaciones con Estados Unidos diciendo que eso solo tendrá lugar “en las condiciones adecuadas”.
Trump planteó su postura durante su reunión anual con los gobernadores después de que un enviado norcoreano enviara el domingo un mensaje a través de Corea del Sur. El enviado dijo que Pyongyang tiene “amplias intenciones” de conversar con Washington.
La Casa Blanca dijo en su respuesta que asumiría una postura según observe la situación. Trump dio seguimiento al asunto con sus declaraciones de este lunes.
“Queremos conversar solo en las condiciones adecuadas”, afirmó Trump. El Gobierno de Trump exige a Pyongyang cancelar sus programas nuclear y de misiles antes de cualquier diálogo. Estados Unidos ha aplicado diversas sanciones, incluso una nueva tanda el viernes, dentro de lo que describe como una “campaña de presión máxima” para obligar el desarme de Corea del Norte.
El Gobierno de Trump afirma que está abierto al diálogo con Corea del Norte,principalmente para explicarle cómo Washington le mantendrá la presión hasta que adopte medidas para eliminar sus armas nucleares. Las autoridades estadounidenses han diferenciado las conversaciones de las negociaciones. Para emprenderlas, Washington quiere que Pyongyang acepte poner sobre la mesa su programa nuclear.
En declaraciones ante los gobernadores, Trump elogió al presidente chino Xi Jinping por reforzar las sanciones de su país contra Pyongyang y advirtió que Rusia está “obrando mal” en el tema de las sanciones.
“Rusia está enviando lo que China está cancelando”, afirmó Trump.
Durante la ceremonia de clausura del domingo de los Juegos Olímpicos de Invierno, el despacho del presidente surcoreano Moon Jae-in anunció que un delegado norcoreano para las competencias dijo que su país está dispuesto a conversar con Estados Unidos.
La postura norcoreana tiene como antecedentes décadas de tensión entre ambos países, que carecen de relaciones diplomáticas formales y un año de discursos cada vez más agresivos, incluidas amenazas de guerra, entre Trump y el dirigente norcoreano Kim Jong-un.