- El Papa pide informes de las campañas mexicanas y sus escándalos
- Los ilustran los reportes de los cardenales Coppola, Aguiar y Retes
- A Sheinbaum le rebotan sus excesos con el Conacyt y el Rébasmen
Los escándalos de las campañas mexicanas han retumbado en Roma.
Específicamente en El Vaticano.
Fruto del interés del Papa Francisco a cuanto sucede en México.
Apenas llegó al trono de San Pedro, recibió a su gran amigo y arzobispo de Morelia, el cardenal Alberto Suárez Inda, de quien escuchó el dolor de una sociedad sometida a la violencia del crimen organizado.
Sobre todo Michoacán.
En ese momento decidió hacer su primer gira pastoral –y única hasta ahora- con varias condiciones:
En primer lugar estar en la tierra del cardenal Suárez Inda para consolar a las víctimas y como condición pidió dialogar con los doloridos mártires de Los Caballeros Templarios.
Si hoy viera el resurgimiento de la violencia, volvería a angustiarse.
En segundo, ser consuelo de los migrantes y acompañarlos en su lamentable recorrido del sur y de Centroamérica al norte en busca de mejor vida en unos Estados Unidos hostiles.
Para esto escogió Ciudad Juárez.
Y, tercero, no permitir la participación del clero tradicional en la organización de su agenda, razón por la cual Norberto Rivera Carrera apenas fue testigo presencial.
REPORTES DE TRES CARDENALES
Pero ahora es distinto.
Meses atrás se fue el nuncio Cristphe Pierre y antes de partir a Estados Unidos le presentó un informe final de su experiencia en México con Felipe Calderón y Enrique Peña.
Francisco mandó de relevo a Franco Coppola, ahora enfermo en Italia pero no por ello imposibilitado para sostener encuentros con el Papa y ofrecerle datos de primera mano.
Adicionalmente, el sábado pasado recibió al arzobispo primado de México, Carlos Retes Aguiar, a quien le ha pedido sacar a la Iglesia –al clero, pues- a la calle y a los barrios, donde radican los pobres.
Con él dialogó muy largo y, ¿cuál cree usted que fue el tema?
Pues México y las campañas, los “dimes y diretes”, como los llamo el presidente Peña.
Encuentros extras han sido las audiencias del cardenal Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara, quien todavía está en Roma y ha entrado a las oficinas papales varias veces.
¿Qué le han informado los tres purpurados?
No es necesario especular.
La verdad no se oculta y los tres cardenales no le han escondido los escándalos de Ricardo Anaya, Andrés Manuel López y José Antonio Meade, unos enfermos de poder, otro con su cauda de riqueza, el otro con su carencia de compromiso partidista…
Y si el Papa ya se dijo “muy preocupado” por la “violencia insólita” de México, no nos sorprendamos si antes de las votaciones aparece con declaraciones guía para el clero nacional.
LAS ANGUSTIAS DE SHEINBAUM
1.- En el equipo de trabajo de José Antonio Meade hay consuelo.
Leyeron con interés la encuesta encargada por 24-Horas, donde el ex secretario de Hacienda aparece en segundo lugar, y combina con sus propios trackings.
Esperaban iniciar la campaña diez puntos abajo, pero “el reto es menor”, dicen ahora.
Y 2.- el fantasma del colegio Rébsamen empieza a pesarle a Claudia Sheinbaum.
A la candidata de Morena a jefa de Gobierno de la Ciudad de México le molestó el señalamiento del priísta Mikel Arriola por cobros indebidos al Conacyt: 333 mil durante 18 meses.
Arriola exigirá el reembolso de ese dinero.
Y viene algo más: Alejandra Barrales planea iniciar su campaña precisamente en ese símbolo de la corrupción de Sheinbaum, el colegio Rébsamen.