La revelación de Miguel Ángel Mancera, aún jefe del Gobierno de la Ciudad de México, no podría ser más preocupante y ominosa: la escasez generalizada de agua potable en la capital del país, no se debe a los problemas (siempre invocados) del estiaje, ni a la vejez de la red, ni al mal funcionamiento de las bombas, ni a las frecuentes y necesarias labores de mantenimiento del Cutzamala o el desequilibrio ocasionado por el crecimiento anárquico de las construcciones gigantescas en zonas antes habitacionales, sino simplemente a una nueva forma de terrorismo: el terrorismo de la sed.
Los ataques contra la red hidráulica, los atentados contra la distribución de agua y la proliferación de puntos bajo riesgo en las delegaciones más pobladas, son hasta ahora la peor amenaza conocida a la gobernabilidad, frente a la cual urge conocer responsables y castigos, pues de otra manera nadie va a creer la explicación presentada.
Denunció Mancera:
(Crónica).- “…Dice el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, que una de las razones por las que la Ciudad carece de agua es porque se han cerrado válvulas en delegaciones por cuestiones políticas.
“El mandatario afirmó que ya se tienen detectadas personas que incurren en esta falta que afecta a la sociedad y merma la gobernabilidad. Incluso calificó las prácticas de cerrado de válvulas como delitos violentos y aseguró que se encargarán de detener a las personas implicadas.
“Otra cosa que están haciendo, y eso es más político, es que están cerrando válvulas… Por lo pronto, se están tomando medidas preventivas pero están cerrando válvulas y los que lo están haciendo saben que dañan a la capital y por supuesto es con la intención clarísima de afectar también la gobernabilidad”, expuso.
“En tanto, Ramón Aguirre, director del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, dijo a “Crónica” que son cientos de válvulas de agua las que han sido manipuladas con fines políticos. Comentó que las válvulas se encuentran principalmente en las delegaciones Iztacalco, Venustiano Carranza y Coyoacán.
“Ramón Aguirre comentó que el desabasto de agua en estas demarcaciones se debe a gente mal intencionada que manipula las válvulas y deja sin el líquido a los habitantes de estas zonas.
“Aseguró que si de por sí ya existe un desabasto por fugas y por reparaciones del sistema, la manipulación de las válvulas causó mayor afectación.
“Nosotros trabajamos todos los días en resolver asuntos técnicos pero aquí la manipulación de válvulas por personas no autorizadas es algo que complica mucho el otorgamiento del servicio, sobre todo en el caso de las delegaciones ya mencionadas”, explicó”.
Obviamente estos delitos solamente serán materia de credibilidad cuando los responsables y su patrocinadores políticos sean presentados al Ministerio Público, antes de señalar a la autoridad hasta por violación de los Derechos Humanos pues no actuar en favor del cumplimento de ese derecho, será una violación invocada si no hay castigo a quienes lo impiden. De todas, todas, el gobierno pierde si lo soslaya o si no lo castiga.
BANDERA AL REVÉS
En territorio de la Primera Zona Militar se dio el accidente (sabotaje, dicen algunos) de izar la Bandera Nacional con el águila patas arriba, el pasado 24 de febrero.
Apenas hace un par de días la Sedena informó lo siguiente:
“La Secretaría de la Defensa Nacional nombró al general de brigada diplomado de Estado Mayor, Marco Antonio Álvarez Reyes, comandante de la primera Zona Militar de Tacubaya, en Ciudad de México.
“Originario de Río Verde, San Luis Potosí, ingresó al Heroico Colegio Militar en septiembre de 1979 y se graduó como subteniente de caballería cuatro años después.
“Se desempeñó, entre otros cargos, como agregado de defensa militar y aéreo adjunto a la Embajada de México en Washington y fue delegado del Ejército ante la Junta Interamericana de Defensa”.
¿Tendrán ambos hechos la obvia relación vista desde fuera del mundo castrense?
Quizá, pues su designación se explica de esto modo:
“…la rotación de mando fue por instrucción presidencial…”