El 82.90 por ciento de los más de ocho millones de electores inscritos participó este domingo en las elecciones generales en Cuba, en las que se seleccionaron a los 605 diputados al parlamento, de entre quienes saldrá el próximo 19 de abril el nuevo jefe de estado y de gobierno en sustitución de Raúl Castro.
La presidenta de la Comisión Electoral Nacional, Alina Barceiros, informó este lunes que asistieron a las urnas 7 millones 399 mil 991 electores, de los 8 millones 926 mil 575 posibles.
Precisó que el 94.42 por ciento de las boletas fueron válidas, el 1.26 por ciento fueron anuladas y el 4.32 por ciento estaban en blanco.
En las elecciones municipales que precedieron a estos comicios la participación fue del 89.02 por ciento.
Al recorrer la víspera el Segundo Frente Oriental, por donde ejerció su voto, el presidente cubano declaró que “hemos transitado un largo y difícil camino, pero lo hemos transitado honrosamente”.
En tanto, el posible sustituto de Raúl Castro, el primer vicepresidente Miguel Díaz Canel, afirmó que el gobierno que salga de las elecciones de este domingo “se va a deber al pueblo”, el cual “va a participar en las decisiones que se tomen”.
Al acudir a votar, acompañado de su esposa –algo inusual aquí entre las altas figuras públicas-, Díaz Canel, de 57 años, añadió que “el pueblo también puede revocar si alguien no cumple con su responsabilidad”.
Por primera vez en casi seis décadas el nuevo jefe de estado y de gobierno que se elija el mes próximo no llevará el apellido Castro y también por primera vez no pertenecerá a la generación que se levantó en armas a mediados del siglo pasado, encabezada por Fidel Castro.
Todo indica hasta ahora que Raúl Castro, de 86 años, seguirá encabezando el Partido Comunista de Cuba, hasta el próximo congreso de esa organización, en 2021. Así, también por primera ocasión, el máximo líder del partido comunista no será el presidente del estado y del Gobierno.
En opinión del ministro de cultura, Abel Prieto, “esta especie de transición no traumática la vinieron preparando Fidel y Raúl desde hacía tiempo”.
En 2013, cuando Díaz Canel fue promovido como segundo hombre del gobierno, el propio mandatario expresó que esa decisión “reviste particular trascendencia histórica porque representa un paso definitorio en la configuración de la dirección futura del país”.