Los suelos forestales que se encuentran por debajo del Círculo Polar Ártico suelen estar congelados en esta época del año, lo suficientemente sólidos como para soportar las máquinas madereras gigantescas necesarias para cosechar su madera.
Pero eso está cambiando, según los silvicultores que trabajan la tierra en Finlandia y Suecia. Los inviernos inusualmente templados están convirtiendo suelos otrora congelados en gruesas capas de lodo capaces de tragarse los vehículos de 25 toneladas que se utilizan para recoger los materiales que entran en la pulpa, el papel y el embalaje.
“Veremos cada día más estas condiciones difíciles”, dijo en una entrevista Uno Brinnen, director de silvicultura de la empresa sueca BillerudKorsnas. “Siempre habrá alternancia entre inviernos cálidos y fríos, pero la tendencia a largo plazo parece clara”.
Las temperaturas en grandes franjas de Suecia fueron hasta 3 grados Celsius más altas de lo normal en diciembre y enero, según el Instituto Meteorológico e Hidrológico de Suecia.
Ese calentamiento forma parte de una tendencia que probablemente persista, según el organismo, cuyos científicos esperan que las temperaturas sigan aumentando en las próximas seis décadas a causa del cambio climático.
Las tribulaciones que experimentan crecientemente los silvicultores nórdicos subrayan los impactos económicos del cambio climático. Incluso a medida que las altas temperaturas en el Círculo Polar Ártico y sus alrededores liberan vías fluviales y revelan nuevos caminos para explotar los recursos naturales, los países y las empresas de la región se ven obligados a adoptar nuevas formas de llevar a cabo negocios tradicionales.
Para las empresas suecas y finlandesas como BillerudKorsnas, Holmen, Stora Enso Oyj y UPM-Kymmene Oyj, el clima cambiante plantea grandes desafíos porque si el suelo no se congela lo suficiente como para soportar los vehículos pesados utilizados para la cosecha, las empresas no pueden obtener las materias primas que necesitan para hacer negocios durante todo el año.
Estaciones templadas
“Los altos niveles de agua después de otoños e inviernos húmedos y templados crean una situación difícil para el suministro de madera”, dijo la mayor asociación de propietarios de bosques de Suecia, Sodra, en enero, cuando optó por cosechar más cerca de las principales vías públicas para minimizar el riesgo de conducir por bosques enlodados.
Las apuestas económicas son altas. Los productos de la industria forestal han sido durante siglos un pilar de las economías sueca y finlandesa. Las exportaciones de estos bienes representaron el 10 por ciento de las exportaciones totales de Suecia el año pasado y el 22 por ciento de las de Finlandia en 2016.
El valor combinado de la silvicultura para los dos países nórdicos es de aproximadamente 24 mil millones de euros (29 mil 700 millones de dólares), según cálculos de Bloomberg.
“La causa principal de la escasez de madera para pulpa es el inicio inusualmente húmedo y suave del invierno”, detalló BillerudKorsnas, el gigante sueco del envasado, en enero.
La compañía, que obtiene un 75 por ciento de su materia prima de los bosques suecos, advirtió que las temperaturas suaves provocaron escasez a finales de 2017 y principios de 2018, lo que tuvo un impacto negativo estimado de hasta 100 millones de coronas (12.1 millones de dólares) en las ganancias del primer trimestre.
BillerudKorsnas ha comenzado a escanear sus bosques con láser para trazar el mapa de las áreas más sensibles y buscar rutas forestales estables, incluso cuando están húmedas.
También empezó a usar ruedas y rieles de goma más grandes en algunas máquinas para reducir el daño que causan al suelo y al crecimiento del bosque, otro problema derivado del clima más suave.