Apple está diseñando y produciendo sus propias pantallas para dispositivos por primera vez, y utiliza para ello una planta secreta cercana a su sede central de California para fabricar pequeñas cantidades de pantallas con fines de prueba, según personas al tanto de la situación.
El gigante de la tecnología está haciendo una inversión significativa en el desarrollo de pantallas MicroLED de próxima generación, explicaron este lunes las personas, que pidieron anonimato para hablar de la planificación interna.
Las pantallas MicroLED usan compuestos emisores de luz diferentes de los de las pantallas OLED actuales y prometen hacer que los futuros dispositivos sean más delgados y brillantes consuman menos electricidad.
Las nuevas pantallas son mucho más difíciles de producir que las pantallas OLED, y la compañía casi cierra el proyecto hace cerca de un año, dijeron las personas. Desde entonces, los ingenieros vienen progresando y ahora la tecnología está en una etapa avanzada, aunque los consumidores probablemente tengan que esperar algunos años para ver los resultados.
El ambicioso emprendimiento es el último ejemplo de una medida de Apple para encargarse del diseño de componentes clave.
La compañía diseña chips que alimentan sus dispositivos móviles desde hace varios años. El pase a las pantallas podría de perjudicar en el largo plazo a una amplia gama de proveedores, desde fabricantes de pantallas como Samsung, Japan Display, Sharp y LG, hasta compañías como Synaptics, que produce interfaces para los chips de las pantallas. También puede afectar a Universal Display, un desarrollador líder de tecnología OLED.
Controlar la tecnología de MicroLED ayudaría a Apple a destacarse en un mercado de teléfonos inteligentes que está madurando y superar a rivales como Samsung que han podido ofrecer pantallas superiores.
Ray Soneira, que dirige el probador de pantallas DisplayMate Technologies, detalló que llevar el diseño al ámbito interno es una “oportunidad de oro” para Apple. “Todos pueden comprar una pantalla OLED o LCD”, añade. “Pero Apple podría ser el dueño de las MicroLED”.
Nada de esto será fácil. La producción masiva de las novedosas pantallas requerirá nuevos equipos de fabricación. Para cuando la tecnología esté lista, otra cosa podría haberla reemplazado. Apple podría tropezar con obstáculos insuperables y abandonar el proyecto o posponerlo. También es un esfuerzo costoso.
En última instancia, Apple probablemente tercerice la producción de su nueva tecnología de pantalla para minimizar el riesgo de perjudicar sus resultados finales con problemas de fabricación.
Las instalaciones de California son demasiado pequeñas para la producción en masa, pero la compañía quiere mantener la tecnología patentada lejos de sus socios el mayor tiempo posible, mencionó una de las personas. “Pusimos mucho dinero en las instalaciones”, agregó.
“Son lo suficientemente grandes como para abarcar la ingeniería necesaria y nos permiten mantener todo el proceso en el ámbito interno durante las etapas de desarrollo”.