Isabel Miranda
Este lunes se cumplieron seis meses del sismo del 19 de septiembre de 2017 y en pleno festejo de San José, Patrono de la Iglesia Universal, el templo que lleva su nombre en el Centro Histórico de la ciudad de Tlaxcala, se mantiene cerrado al público por los daños sufridos en aquella ocasión.
En su momento, la Diócesis de Tlaxcala reportó que esa iglesia fue la que más deterioros tuvo por el movimiento telúrico con cuarteaduras en paredes y cúpulas, así como desprendimientos de material, por lo que se puso en coordinación con Protección Civil y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para definir su situación, por lo que desde entonces permanece cerrado, acordonado y sin acceso a la feligresía.
Posteriormente, a partir de 1 de noviembre de ese mismo año comenzaron acciones de rehabilitación de cúpulas y torre, trabajos que estuvieron supervisados por el INAH y la Secretaría de Cultura. San José es uno de los edificios más representativos de la arquitectura de la ciudad de Tlaxcala.
Más tarde, ya en febrero de este 2018, el Consejo Parroquial inició a recabar fondos para la reconstrucción y mantenimiento de ese inmueble histórico, e incluso se organizó un festival taurino para obtener recursos y aportarlos en el momento que las autoridades estatales y federales autoricen más trabajos.
En tanto, las celebraciones, confesiones y pláticas sacramentales se han venido realizando en el salón de la adoración nocturna diocesana de San José.
Según el INAH, en los 22 templos que resultaron con daños severos en Tlaxcala, solo se ejecutaron acciones previas inmediatas para asegurar las estructuras en caso de otros sismos o réplicas. En este rubro se encuentran San José, la Basílica de Ocotlán, San Felipe Apóstol, Exconvento de San Francisco en Tepeyanco, San Diego, La Santísima Trinidad y Natividad de María.