¿Por qué a China le preocupa el mal uso de datos de Facebook?

El escándalo sobre el supuesto abuso de datos de usuarios de Facebook se está desarrollando muy lejos de China y, sin embargo, los reguladores que velan por la privacidad en Beijing se han mantenido muy atentos al tema.

Su interés muestra cómo los tres grandes actores del mundo de la tecnología, estadounidenses, chinos europeos, avanzan a tientas para equilibrar las demandas de privacidad de los consumidores y de seguridad de los gobiernos.

Pero también compiten para dar forma a las reglas del juego para las compañías de internet y, en particular para Estados Unidos China, para maximizar el acceso a los datos por un objetivo mayor: dominar la inteligencia artificial (IA), la próxima frontera en el aprendizaje automático.

“Todos estos gobiernos y compañías están tratando de descubrir cómo debería ser el gobierno de datos”, dijo Samm Sacks, investigador principal del programa de tecnología del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, un think tank de Washington.

“Y esto está sucediendo en un contexto global que tendrá implicaciones para el comercio y para la investigación y el desarrollo en IA”.

Los nuevos estándares chinos de privacidad entran en vigencia el 1 de mayo. El amplio Reglamento General de Protección de Datos de la Unión Europea comenzará a regir poco más de tres semanas después.

Ahora, la perspectiva de una legislación de privacidad de datos más estricta en Estados Unidos también está un poco más cerca.

El presidente ejecutivo de Facebook, Mark Zuckerberg, se prepara para testificar ante el Congreso sobre cómo Cambridge Analytica, compañía que trabajó en la campaña electoral de Trump, obtuvo los datos de 50 millones de usuarios de la red social.

Esa noticia ayudó a que las acciones de tecnología cayeran en Estados Unidos y China la semana pasada.

“Este incidente de Facebook activó la alarma para los reguladores y fiscalizadores de datos chinos”, explicó Lu Chuanying, investigador de ciberseguridad del Instituto de Estudios Internacionales de Shanghái, quien ayudó a redactar el nuevo estándar de privacidad de datos para las compañías tecnológicas de China.

“Si eso es un problema para la mayor plataforma de redes sociales de Estados Unidos, entonces eso puede ser un problema para las empresas chinas”, conforme luchan con la posible responsabilidad por el abuso de datos de terceros, precisó.

La IA se ha disparado en los últimos años a medida que cada vez más conjuntos de datos están disponibles para ser minados por algoritmos.

Desde la robótica hasta el reconocimiento de imágenes y lenguaje, pasando por el cuidado de la salud y las aplicaciones militares, muchos esperan que la IA impulse el crecimiento económico en el futuro y defina una gran competencia de poder.

Como dijo el año pasado el presidente ruso Vladimir Putin, “quien se convierta en el líder en esta esfera será quien rija al mundo”.

El presidente de China, Xi Jinping, estableció un ambicioso plan para dominar la IA para el 2030, superando a Estados Unidos. Permitiría que el producto bruto a partir de la industria de IA de China aumente 10 veces en los próximos tres años, a 150 mil millones de renminbi (24 mil millones de dólares) y a 1 billón de renminbi para el 2030.

Lu mencionó que esa visión juega un papel en la redacción de la regulación. Señaló que la severidad de las actuales normas de privacidad de datos de China se ubica deliberadamente entre las estadounidenses y las de la UE. Eso se debe en parte a las preocupaciones competitivas sobre el acceso al big data.

El objetivo del Gobierno estadounidense es mantener su liderazgo mundial en desarrollo de IA. La UE, que no tiene corporaciones recolectoras de big data a la escala de Facebook, Amazon, o el gigante chino Tencent, ha dicho que quiere liderar en el uso ético de los datos.

Sin embargo, también comienza a preocuparse por quedarse atrás en materia de IA.

Reglas chinas

Un estudio realizado por Jeffrey Ding para el Instituto Futuro de la Humanidad de la Universidad de Oxford, publicado este mes, reveló que China actualmente supera a Estados Unidos en capacidades de IA en la mayoría de las métricas, aunque no en acceso a big data o en las supercomputadoras para procesarlo.

Ese es el resultado de una fuerte inversión gubernamental, una población de mil 400 millones de personas, una saturación de comercio electrónico más alta que en Estados Unidos y bases de datos gubernamentales intrusivas que serían políticamente difíciles de mantener en occidente.

China está tratando de administrar el acceso a la información en línea y restringir las exportaciones de datos, al tiempo que legisla en favor de mayores derechos de privacidad para los consumidores en el sector comercial.

La tensión entre esos objetivos se refleja en la legislación de privacidad de China, mencionó Richard Bird, socio en Hong Kong de la firma de abogados Freshfields Bruckhaus Deringer.

Aunque de alguna manera al menos es tan estricto como el de la UE, el nuevo estándar de privacidad de China no es vinculante, precisó. Mientras tanto, las medidas más desarrolladas para proteger la privacidad personal están, reveladoramente, en la Ley Nacional de Seguridad Cibernética.

Adoptada el año pasado, exigía que las empresas almacenaran y procesaran localmente todos los datos personales, así como cualquier otro dato que China considerara “importante”.

Estados Unidos presentó una queja ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) respecto de que dicha restricción vagamente redactada se usará para discriminar a compañías extranjeras.

Luego están las penalidades. Si bien el presunto mal uso de los datos en el caso Facebook-Cambridge Analytica violaría la ley china, la multa potencial tendría un tope de 10 veces cualquier ganancia ilegal, dijo Bird, quien agregó que en la práctica eso significa que una de hasta 150 mil dólares sería la más típica.

Las compañías tecnológicas chinas también tienen problemas con la ley de seguridad cibernética.

El Gobierno quiere que los líderes comerciales de internet como Alibaba, Baidu y Tencent se expandan en el extranjero y agregó un plan digital a la iniciativa del Cinturón y Ruta de la Seda de Xi de desarrollar infraestructura en todo el mundo para expandir los vínculos comerciales y la influencia de China.

Las empresas consideran que el crecimiento internacional es tan importante para el acceso a los datos como las ganancias. Estados Unidos sólo tiene una población de 330 millones, pero Facebook tiene 2 mil 200 millones de usuarios mensuales activos y toda la información que viene con ellos.

Dicho esto, todo el enfoque en big data como el nuevo petróleo, el ingrediente esencial para una nueva economía posindustrial basada en IA, puede ser exagerado, según Paula Parpart, fundadora de Brainpool.ai, una empresa con sede en Reino Unido que ofrece a las empresas ingenieros de IA de alto nivel.

Una de las razones, dijo, es que se está progresando en el análisis de datos que elimina la identidad de las personas, algo que se conoce como privacidad diferencial.

Otra es que lo que la mayoría de la gente llama inteligencia artificial es, en realidad, el aprendizaje automático, que utiliza la fuerza bruta del big data para realizar tareas.

La verdadera IA requiere encontrar algoritmos que, al igual que los humanos, puedan aprender de uno o dos ejemplos, en lugar de miles. Más regulación de privacidad podría forzar la investigación en esa dirección.

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