LA RETÓRICA Y LA REALIDAD

Nadie podría censurar la retórica en las exposiciones políticas. No es inteligente criticar a quien habla con pretensiones de convencimiento cuando debe hacerlo y trata, con su elocuencia, de una u otra intensidad, de persuadir a los demás. Lo grave es cuando no hay nada más allá y la retórica es un vacío cascarón.

Los candidatos a la Presidencia, cada quien dentro de sus limitaciones, las cuales son muchas, evidentes y en abierta competencia, han dicho gansada y media en cuanto al problema de la inseguridad nacional.

Tan faltos son de entendederas, como para referirse a este problema bajo el rubro de la “seguridad” (como se vio en el primer debate, cuando seguridad es lo faltante. Si hubiera tal, no habría problema.

Ellos hablan de una u otra forma en exposiciones cuya amplitud cubre desde la amnistía hasta las mutilaciones (no podría haber dos extremos más notables), pero los avances de la crueldad se siguen dando un día sí y otro también, de manera tan vasta (y a veces basta) como para un pronóstico atroz y triste: ninguno podrá hacer nada. Ni por la fuerza ni por la razón. Menos por la sinrazón.

Y si ese lamentable augurio se llegara a cumplir, el baño de sangre de los últimos tres lustros nacionales, por lo menos, no terminará con un cambio de gobierno.

Solamente leamos estas noticias. Los hechos se dan en medio de la canora inspiración de los jilgueros políticos. Todo esto sucede en medio de los dimes y diretes entre empresarios contra iluminados. Todo esto sucede cuando el tiempo se pierde en ataques a una reforma energética o a un nuevo modelo educativo.

Vamos del me dijo, al me vio feo. Me llamó rufián, me dijo Peje, etc., etc.

Leamos:

“Un enfrentamiento entre grupos criminales —entre ellos el de La Línea—, que inició alrededor de las 05:30 horas de este domingo, dejó como saldo una cifra preliminar de ocho personas asesinadas hasta el momento, en el municipio de Ignacio Zaragoza, según lo confirmó Carlos Huerta Muñoz, vocero de la Fiscalía General del estado de Chihuahua.

“Según lo informaron medios locales, tres personas fueron halladas carbonizadas dentro de una vivienda que fue incendiada por grupos delincuenciales. Además, una mujer sin vida fue encontrada en un arroyo, y otra más, muerta en el interior de un vehículo, mientras otros hombres habrían sido decapitados.

“Durante el enfrentamiento, que duró varias horas, al menos seis viviendas y locales comerciales fueron incendiados a lo largo del municipio. Asimismo, la Fiscalía General chihuahuense informó que se están desplegando fuerzas estatales, federales y militares hacia la zona del conflicto”.

Otra más:

“Una camioneta abandonada con nueve cuerpos en su interior, fue encontrada esta mañana en la carretera de cuota que conecta a la capital con el municipio de Tixtla.

“La Policía Estatal confirmó que una camioneta Ford tipo doble rodada, color blanco con redila azul, y placas de circulación HR5536B del estado de Guerrero, fue hallada cerca del túnel de dicha vialidad con nueve cadáveres, sin especificar el sexo de cada uno.

“El vehículo fue remolcado por grúas y trasladado a las instalaciones del Servicio Médico Forense en Chilpancingo, para la práctica de la necropsia de ley de las víctimas.

“Trascendió que los cuerpos podrían ser de los trabajadores de una empresa refresquera que fueron reportados como desaparecidos hace dos días en Tixtla”.

Apenas veníamos del horror de los disueltos en ácido de Jalisco, cuando vemos a los carbonizados de Chihuahua. Cuerpos desmembrados, piernas por aquí, cabezas por allá.

—¿De veras hay quien se ocupe de estos horrores? Y hay más. Esto en Guanajuato:

Al menos 12 cadáveres han sido encontrados hasta el momento en un socavón ubicado en una zona que une a tres comunidades del municipio de Villagrán, al sur del estado. El sitio presuntamente era utilizado como una fosa clandestina.

En este lugar, entre las comunidades de Los Ángeles y Santa Rosa de Lima –en una región en la que estaría asentado el cártel de Santa Rosa, según videos que han sido difundidos ampliamente en redes sociales por parte del grupo delictivo– se encontraron los cuerpos que la Procuraduría de Justicia del estado reportó el viernes que serían los de la familia desaparecida el 29 de abril en Celaya y dos amigos de la misma, cuya identidad no ha sido plenamente confirmada.

El hallazgo se hizo el viernes 4, de acuerdo con un comunicado emitido esa noche por la PGJE, en el que se indicó que las características correspondían a las de las seis personas reportadas como desaparecidas de un domicilio en la colonia Villa Los Naranjos, donde se celebraba una fiesta familiar entre la noche del 28 y la mañana del domingo 29 de abril.

Las personas desaparecidas son: Julio César Bustos Alemán, de 44 años; su esposa Yolanda Escogido Navarro, de 46 años; el hijo de ambos, Gustavo Ángel Bustos Escogido, de 18 años; el sobrino del matrimonio, Luis Eduardo Escogido Navarro, de 20 años y dos amigos del hijo de la familia, de nombres Brian Jesús Ortiz Cervantes y Martín Alejandro Rosas Mendoza, ambos también de 18 años”.

Linda lectura para preparar el cursi Día de las Madres.

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