Que los gobernantes sean humildes y amen a su pueblo: Obispo de Tlaxcala

Rubén Hernández

En la tradicional bajada de la virgen de Ocotlán y su parada frente al Ayuntamiento y a un costado del Palacio de Gobierno, el obispo de Tlaxcala, Julio César Salcedo Aquino retomó el mensaje del Papa Francisco al señalar que los gobernantes que deben tener dos virtudes, amar a su pueblo y humildad.

Durante el recorrido de Nuestra Señora de Ocotlán por calles principales de la capital y frente a la presidencia municipal de Tlaxcala como parte de la “Bajada de la Virgen”, señaló que quienes asumen la responsabilidad de gobernar tienen que tener esas cualidades, al aseverar que la política es una de las fórmulas más altas de la caridad porque se trata de servir al bien común.

En el mensaje recordó, lo predicado por el santo padre que los gobernantes lleven bien a su patria, nación y al mundo, con un gobierno de paz y de bien común y a los gobernados de tener participación en la construcción del desarrollo de cada país y estado.

Así en su recorrido después de visitar previamente el Hospital General para llevar el mensaje a los enfermos, en la Central Camionera para hacer lo correspondiente con los transportistas, llegó a la Catedral de Tlaxcala para la celebración de la eucaristía y llegar al Ayuntamiento capitalino y a un costado de la sede del Poder Ejecutivo del estado, emitió un mensaje a los gobernantes, mientras los católicos elevaron oraciones para que los servidores públicos cumplan con el sentido social de servicio al pueblo.

El jerarca de la iglesia católica recordó, “el Papa Francisco subraya dos actitudes del gobernante y de todos los servidores públicos, uno dice el Papa debe amar a su pueblo”, expuso a los feligreses.

“Un gobernante que no ama no puede gobernar, puede poner un poco de orden dice el Papa, pero no gobernar”, explicó a los feligreses frente a las sedes de los poderes públicos de Tlaxcala.

Asimismo refirió, “estas son las dos virtudes de un gobernante amor al pueblo y humildad, así que dice el Papa cada hombre y cada mujer que asuma responsabilidades de gobierno debe hacerse estas dos preguntas, yo amo a mi pueblo para servirle mejor y soy humilde para oír las opiniones de los demás a fin de elegir el mejor camino”, expresó el Obispo de Tlaxcala.

En tanto añadió, que si los gobernantes no se hacen estas preguntas su gobierno no será bueno, toda vez que refirió que la política de acuerdo a la doctrina social de la iglesia es una de las formas más altas de la caridad.

De ahí que resaltó, “porque es servir al bien común, debemos participar en el bien común, que es entonces lo mejor para nuestros gobernantes, rezar por ellos para que puedan gobernar bien, para que amen a su pueblo, para que sean humildes”, dijo al señalar que los gobernantes de las naciones deben llevar bien al mundo, deben gobernar con la paz y el bien común y los gobernados con la participación.

Finalmente, en su procesión la virgen siguió su camino hasta llegar al Santuario de Ocotlán, en donde la esperaban cientos de feligreses que la recibieron con aplausos y el Obispo ofreció el acostumbrado mensaje al pueblo tlaxcalteca.

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