Poner su nombre y el de Pelé en un mismo párrafo parece una osadía. Pero la estadística se atreve con certeza. Hace unos días, el francés Kylian Mbappé logró ante Argentina convertirse en el primer futbolista menor de 20 años que marca un doblete en un partido decisivo de Copa del Mundo, desde que lo hiciera hace 60 años el brasileño, que a los 17 le gritó al mundo del futbol su inolvidable apodo por primera vez en Suecia 1958.

Mbappé, por el que el Paris Saint-Germain debe pagar al Mónaco 220 millones de euros, tiene apenas 19 años y ya puede presumir tres goles en Rusia 2018, obra que en Lionel Andrés Messi no pudo acumular sino hasta los 27 años, y que Cristiano Ronaldo obtuvo hasta los 29.

Es pronto para poner a este delantero a esas alturas, pero de que va por el camino adecuado es indudable. Ahora busca, como Pelé, llevar a Francia al trono del mundo. Y pensar que Les bleus se coronaron por primera vez en 1998, cuando aún no nacía Mbappé, a quien ahora se relaciona como posible refuerzo del Real Madrid, justo cuando busca un sucesor de Cristiano Ronaldo.

Los tres goles que lleva en Rusia los hizo ante rivales sudamericanos, ya que le marcó a Perú en la fase de grupos y dos veces a Argentina en los Octavos de Final; en la agenda ya tiene confirmado un nuevo duelo ante otro rival de la Conmebol, Uruguay, este viernes y si Kylian sigue en racha, en una de esas completa el desfile goleador ante Brasil.

De momento el hombre gol de Deschamps no ha sido Antoine Griezmman, que lleva dos tantos y ambos de penalti, sino el delantero del París SG, que antes de cumplir 20 años, como Pelé, le está gritando al planeta futbol su nombre. El futuro se llama Mbappé.