La guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Gobierno de Colombia concluyeron este miércoles en La Habana el sexto ciclo de conversaciones de paz sin alcanzar un acuerdo de cese del fuego.

Las partes se limitaron a suscribir una declaración política en la que se habla de “avances”, aunque sin resultados prácticos.

Gustavo Bell, jefe negociador del gobierno, y Pablo Beltrán, del ELN, resaltaron la importancia del camino recorrido durante estos diálogos y reiteraron la vigencia de esa vía como solución política para poner fin al conflicto, aunque al mismo tiempo reconocieron que no alcanzaron “acuerdos completos”.

El único cese del fuego que se logró durante las conversaciones fue entre el 1 de octubre de 2017 y el 9 de enero de 2018.

“Avanzamos en la precisión de los elementos necesarios para sentar las bases de un nuevo acuerdo, quedando pendiente concertar otros que permitirán su implementación y hacer más efectivo el trabajo del Mecanismo de Veeduría y Verificación”, señalaron.

No obstante, ambas partes aseguraron que sí definieron los fundamentos de un futuro acuerdo que, según explicaron, debe ser transversal y articularía los puntos de la agenda: democracia para la paz, transformaciones para la paz y víctimas.

Tendría un carácter amplio, plural, transparente, e identidad propia, añadieron.

A partir de ahora estas negociaciones quedarán en manos del presidente electo Iván Duque, quien asumirá la jefatura del gobierno el próximo 7 de agosto y ha dicho que la única forma para continuar el diálogo es que el ELN se concentre en una zona predeterminada previamente y suspenda todo tipo de accionar violento.

Este proceso coincide con numerosas denuncias sobre violaciones al tratado suscrito también en La Habana por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno de Juan Manuel Santos.